Claramente no es el arranque de año para Tigre. Las expectativas por el nuevo ciclo y por el nuevo cuerpo técnico quedaron en la nada ante el comienzo muy irregular del torneo. Una victoria, dos empates y tres derrotas en un saldo muy pobre para el Matador. Eso, sumado a una mayoría de rendimientos demasiado flojos en el campo de juego. Pero, ¿en qué falla el equipo? O mejor dicho, ¿es culpa del DT? Veamos caso por caso:
Defensa: Quizás el sector más difícil de llevar, por las lesiones y las suspensiones. En ningún partido se pudo contar con la defensa completa y eso derivó en improvisaciones y rotaciones. Marín, Erramuspe y Pittinari alternaron buenas y malas (sobre todo los pultimos dos que jugaron en posiciones distintas a la natural). Con el diario del lunes, se puede cuestionar la decisión de Camoranesi de colgar a Echeverría y Pantaleone, dos jugadores con experiencia en el club y podrían haber entrado en la rotación y evitar estos cambios bruscos.
Mediocampo: Lo mejorcito del equipo debido a la levantada en los últimos partidos. Pero no es suficiente y hay ciertos caprichos tácticos que la hinchada no tolera. Pittinari, Piriz y Cirigliano llegaban como incógnitas al club y sólo el ex River pudo ganarse la aprobación de la gente y la titularidad. Ese es quizás el único acierto del DT en lo táctico. Pero no compensa la ausencia de Wilchez en el equipo debido a la insistencia de jugar con dos líneas de cuatro bien marcadas. Encontró en Castro un buen reemplazo como volante izquierdo, pero todavía le falta para explotar y ponerse el equipo al hombro como hace el número diez. Y del otro lado pasa lo mismo, ni Itabel ni Balmaceda (este por ser juvenil) están para ser titulares indiscutidos.
Ataque: La falta de gol sigue siendo el problema mayor, pero ahora se suma la falta de conexión. La rotación constante y no repetir la dupla de ataque dos partidos seguidos hace que el equipo no encuentre rumbo. El único acierto es el redescubrimiento de Janson como figura, pero a Camoranesi todavía le falta encontrarle un funcionamiento a Rincón, que tiene mucho para dar y rodear a Luna si el Chino va a ser el 9 titular.
En resumen, ante la falta de identidad y de resultados, no estaría mal patear el tablero y jugársela un poco. Si el técnico es resistido y criticado por sus métodos, perdido por perdido puede ceder y darle a la gente lo que quiere, al menos de local. Mi solución: 4-3-1-2 con Cirigliano solo en el medio, Castro por izquierda y Wilchez de enlace. No se pierde nada con probar.
A esta altura, peor no va a salir.