Con el fin de generar estrategias de conservación y cuidado del ambiente, se llevan adelante relevamientos de flora y fauna en la Reserva Natural Educativa de Ingeniero Maschwitz, proceso que lleva varias etapas, y que está organizado por el Municipio, en conjunto con estudiantes y profesionales de diferentes instituciones.
En una primera instancia, se llevó a cabo un estudio de anfibios, en conjunto con alumnos y alumnas de la carrera de Tecnicatura en Gestión Ambiental y Salud del Polo de Educación Superior (PES) de Escobar, y el grupo “Salvemos las Ranas Buenos Aires”, en el que se logró identificar seis especies de ranas y sapos que habitan el espacio.
Actualmente, avanza la segunda etapa de relevamientos de aves, en este caso junto al Centro de Observadores de Aves (COA) Pava de Monte de Aves Argentinas, un grupo de voluntarios escobarenses abocados a la conservación. El objetivo de la investigación es identificar la cantidad de aves que viven y visitan la reserva. Por su parte, en articulación con la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), se trabajará en las lagunas.
El último relevamiento en la Reserva Natural data de 2010, en el marco del proyecto del Jardín Botánico Bonaerense, donde se identificaron un total de 109 especies de vertebrados (96 aves, cuatro mamíferos, dos reptiles, dos anfibios y cinco peces) además de 10 especies de insectos.
Asimismo, en el primer inventario de flora, se encontraron un total de 239 especies, de las cuales 121 son autóctonas y 118 exóticas. A lo largo del año, continuarán las acciones de relevamiento con distintas ONG's e instituciones educativas para actualizar los listados y comprobar la presencia de nuevas especies. De esta manera, se podrán planificar diferentes acciones para el cuidado y la conservación en el área.
La Reserva Natural Educativa de Ingeniero Maschwitz es considerada una zona de amortiguamiento y de relación amigable entre el ámbito urbano y el hábitat natural de las especies. Su cercanía al Parque Nacional Ciervo de los Pantanos, y a las Reservas de Pilar, Puertos, y Club del Náutico, entre otras, la enmarca dentro del área de “corredores biológicos”, con beneficios ambientales para las áreas protegidas y el ambiente en general, incluida la salud de las personas.