El pasado 17 de mayo se cumplieron 14 años desde el ascenso a la B Nacional. Ese miércoles por la tarde, la gente colmó el Ciudad de Vicente López y el Calamar, con goles de Héctor Benegas y Alan Sánchez pudo festejar pese al 2-2 ante Laferrere ya que Temperley, el otro puntero al inicio de la fecha, había caído 3-1 con Atlanta en cancha de Ferro.
A pesar del día y horario laborable, eso no fue un impedimento para que el público calamar copara Vicente López y desatara la algarabía una vez consumado un ascenso que parecía escapársele, luego de una segunda fase muy reñida.
En la rueda inicial había finalizado en la primera posición tras cosechar 12 victorias en 22 encuentros. Pero el segundo tramo del torneo no empezó de la mejor manera para el equipo dirigido por Eduardo Greco. Dos empates y dos derrotas en las primeras cuatro fechas y una caída en Gerli ante Talleres por la séptima fecha lo alejaban de su sueño.
Pero a pesar de haber ganado solo cuatro partidos de los 12 de la segunda ronda, en el final del certamen logró dos victorias y tres empates que le bastaron para conseguir el objetivo.
Los años de gloria en primera división habían quedado en el tiempo, luego de los descensos: de Primera al Nacional B en 1999 y de esa segunda categoría a la B Metropolitana en 2002. Por ese anhelo de volver a resurgir y lo costoso que fue para el equipo conseguirlo, hizo de esa tarde una de las más recordadas para el hincha del marrón.
En las cuentas oficiales del club, Daniel Vega, goleador de ese torneo con 22 tantos, mandó saludos a “todos los hinchas calamares”, a los que les agradeció todo el “apoyo y el empuje” que recibieron durante ese campeonato. Al cierre del video invitó al pueblo calamar “a seguir soñando. Que falta el paso más importante y a Platense se le va a dar”, haciendo alusión a la vuelta a Primera.