Rescatan a un lobo marino que se encontraba perdido en aguas del delta

Gracias al aviso de un vecino isleño, personal de Defensa Civil, el Centro Operaciones de Tigre, Fundación Azara y el Centro de Rescate de Fauna Silvestre “Delta Terra”, socorrieron al animal que estaba en Rio Capitán y Rama Negra y fue derivado a un centro de rescate.

rescate tigre

Días atrás, fue rescatado un lobo marino que se encontraba perdido en el delta de Tigre. Personal de Defensa Civil y del Centro de Operaciones Tigre (COT), en conjunto con la Fundación Azara y el Centro de Rescate de Fauna Silvestre “Delta Terra”, lograron derivarlo a un centro de rescate para ser atendido.

Todo comenzó cuando un vecino isleño dio aviso a las autoridades de la presencia del animal en aguas de la zona de Río Capitán y Rama Negra, donde se inició el trabajo conjunto para socorrerlo.

Una vez rescatado, el animal fue trasladado por personal de Defensa Civil al Bioparque Temaikén, en el partido de Escobar, donde recibió atención primaria y controles veterinarios.

Al día siguiente, fue derivado al Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino, en San Clemente del Tuyú. Allí, y luego de un informe técnico de la Dirección Nacional de Biodiversidad se procederá a su liberación en aguas marítimas, lugar de hábitat de esta especie.

El lobo marino de dos pelos es una especie de mamífero pinnípedo propio de Sudamérica. Se alimentan de peces, moluscos cefalópodos y ciertos crustáceos. Las hembras dan a luz una única cría por temporada reproductiva, luego de 246-250 días de preñez. Los apostaderos más grandes se ubican en Isla de Lobos (Uruguay) e Islas Malvinas, aunque con el aumento poblacional se han desplazado a lo largo de la costa argentina.

Durante el período de amamantamiento, las hembras adultas se desplazan pocos kilómetros de la colonia para alimentarse, aunque algunos pueden alejarse a más de 600 km; en tanto que, al avanzar el período de lactancia, las hembras extienden sus áreas de alimentación. Esto implica la separación de crías de entre seis meses y un año de sus madres; y explica que algunas de ellas pueden perder su orientación en esta separación e ingresar al estuario del Río de la Plata y al delta del río Paraná. Asimismo, condiciones mareológicas o climáticas particulares sumarían un factor de explicación del ingreso de estos animales aguas arriba, alejándose de sus rutas de desplazamiento habituales.