Desde el anuncio del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y el posterior envío al Congreso de la Ley Ómnibus del presidente Javier Milei, que actualmente se trata en comisiones en la Cámara de Diputados de la Nación, diversos colectivos han mostrado su desaprobación con las medidas expuestas y el movimiento cultural fue uno de ellos. A lo largo y lo ancho del país, los artistas y trabajadores de la cultura expusieron las problemáticas que generan estas iniciativas y se pusieron al hombro la tarea de visibilizar esta situación.
En la zona norte del conurbano bonaerense, la Asamblea de Trabajadores de la Cultura de la región, junto con la delegación Zona Norte de la Asociación Argentina de Actrices y Actores y el Consejo Provincial de Teatro Independiente de Zona Norte, vienen articulando propuestas para poder manifestar su repudio a las definiciones presidenciales. Este miércoles 10 de enero, en San Isidro, habrá un ruidazo cultural como parte de esa batería de actividades que llevan adelante. Será en avenida Márquez y Centenario, a las 19 horas.
Octavio Tomás La Iacona, integrante del Consejo Provincial del Teatro, dialogó con QUE PASA y expresó que hay una necesidad de llevar un mensaje a los legisladores nacionales sobre el proyecto de Ley Ómnibus para que "puedan entender lo nocivo y lo nefasto que resulta para el sector lo que se propone en esas modificaciones".
La resistencia cultural se manifestó de diversas maneras, desde asambleas de trabajadores, hasta artistas tocando en las calles para mostrar sus puntos de vista sobre la situación. Músicos, artistas visuales, actrices y actores, titiriteros, entre otros, se muestran en diferentes puntos del país, como ocurrió el pasado fin de semana con el festival realizado en espacios públicos de Tigre y San Fernando.
En la plaza del Congreso de la Nación, por ejemplo, el Frente de Soberanía Cultural de la provincia de Buenos Aires también realiza festivales todos los jueves de 18 a 20 horas para manifestar el descontento con la ley y el DNU.
"La Ley Ómnibus es inviable porque el sector de la cultura representa el 1,8% del PBI nacional. Lo que se invierte en los organismos de cultura que es lo que quiere recortarse, es el 0,4% del PBI. Esto quiere decir que la cultura es superavitaria. Los trabajadores de la cultura no representamos un gasto al Estado, un derroche, ni mucho menos. Son políticas que nos permiten dar un empujoncito para poder formalizar nuestro trabajo, mejorar las condiciones y llegar a más gente", explicó La Iácona y agregó que "es una modificación que está mal pensada desde el comienzo".
Que se privaticen las empresas públicas, que no haya movilidad jubilatoria, que se derogue la Ley de Alquileres, que se prohíban las reuniones públicas de tres personas o más, afecta directamente a los trabajadores de la cultura. Pero además, la Ley Ómnibus establece varios puntos que particularmente tienen una afectación mayor sobre el sector: la eliminación del Instituto Nacional del Teatro, el desfinanciamiento de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, la eliminación del Fondo Nacional de las Artes, la eliminación del Instituto Nacional de Música, el refinanciamiento del INCAA.
"Nosotros hablamos todo el tiempo de la cultura nacional, de personajes como Victoria Ocampo, Jorge Luis Borges, Ástor Piazzolla. Hablamos del orgullo de ser argentino porque géneros como el tango triunfaron en París y una de las leyes que deroga este proyecto es que una obra consagrada declarada de Interés Cultural pueda ser financiado para viajar. Esta ley rompe los años de orgullo e identidad nacional de que los artistas argentinos hagan conocer nuestra cultura al mundo. Hoy estamos cortando esa posibilidad a los presentes y futuros Piazzolla", manifestó.
"Destruir los organismos de cultura es destruir el patrimonio nacional", definió el integrante del Consejo Provincial del Teatro. "La cultura es una resistencia imparable, pero permitir esto sería un error histórico del cual va a costar mucho esfuerzo volver", añadió.
Desde la Asamblea de Trabajadores de la Cultura de Zona Norte adherirán al paro y movilización de la CGT a la Plaza Congreso el próximo 24 de enero a las 11 horas. "Debe ser una plaza masiva y es importante que la cultura esté ahí. La ley afecta a todos los sectores del pueblo argentino y debe ser una movilización multisectorial", sostuvo La Iácona. "No hay trabajador que quede al margen de este proyecto que quiere arrasar con derechos conquistados desde hace tantísimo tiempo", afirmó.
La cultura es, en general, el primer ajuste que llevan adelante los trabajadores en su economía doméstica a la hora de recortar gastos frente a un contexto de crisis y eso también se presenta como otra problemática para los artistas. En este sentido, la recepción de la gente a la visibilización de la problemática, indicó La Iácona, "es de mucha adhesión".
"Mucha gente deja de salir, deja de ir a una función de teatro, a un recital, porque no puede comprar una pizza y una cerveza. Eso es crucial. Mantener abierto un centro cultural implica que las personas que llegan puedan comprar una pizza y tomar algo, sino se cierra. Eso no es un negociado, es un espacio que permite sueños, permite que un pibe de una familia trabajadora sea artista, que una jubilada pague una cuota de un taller de teatro y sea actriz. Esto es lo que está en peligro. Es infinito el daño que puede provocar. Una persona no puede perder el derecho de ir a una función de cine o salir", culminó.
