Tigre y Barracas Central van a disputar la final por el primer ascenso en pocos días y nadie imaginaba que la organización del partido iba a traer tantas complicaciones. Este jueves hubo una reunión importante en el predio de la AFA en Ezeiza entre dirigentes de ambos clubes en la se que confirmó la asistencia de público y un cambio de estadio para la final.
Quedó definido que la final se jugará este lunes 22 de noviembre, a las 21.10 y con parcialidad de los dos clubes, 50% de aforo para Tigre y 50% para Barracas después de que entrara en vigencia en las últimas horas la medida que permite que los estadios estén a tope de capacidad.
Por otra parte, hubo acuerdo en torno al escenario para el partido y el mismo fue definido por la Aprevide: Se jugará en el estadio de Banfield. La AFA había dejado trascender que el partido se iba a jugar en cancha de Arsenal de Sarandí pero Tigre se mantuvo firme en su postura de jugar en un estadio con amplia capacidad de público y medidas más grandes. Por eso, después de que lo clubes expusieran sus intereses, la Aprevide tomó la decisión final.
Además, el presidente Ezequiel Melaraña y el vicepresidente Martín Suárez, quienes estuvieron en la reunión representando a Tigre, dejaron en claro el pedido de, por lo menos, que se le asignen 20 mil entradas al Matador para que gran parte de su público pueda asistir a la final.
Por último, en la reunión los dos clubes acordaron que, deducidos los gastos, el excedente de la recaudación por venta de entradas va a ser donado a una entidad benéfica.