Revuelo por el “falso” Clarin

| San Isidro | Galmarini realizó una presentación en la justicia para saber quienes son los responsables y con qué dinero se financió.



Durante la jornada de ayer, fue distribuida en la vía pública una publicación paródica con el logo y la estética del Diario Clarín, fechada el 11 de Diciembre del 2015, día posterior a la asunción del próximo presidente de la nación.

Las publicaciones presentaban los titulares que tendría el diario si los presidentes electos fueran Cobos, Macri o Massa y habrían sido distribuidas por la agrupación kirchnerista La Campora.

 “Ojalá gastaran esa plata en la gente que están yendo a los comedores” dijo Massa el día de ayer en una de las tantas críticas que tuvo encontró la iniciativa en el arco opositor.
Por su parte, el senador provincial Sebastián Galmarini (cuñado de Massa)  presentó una denuncia ante la Fiscalía General de San Isidro contra el responsable de la información, impresión y divulgación en la vía pública del falso diario: “Esta es una campaña que agravia no sólo a Sergio Massa, sino que también ofende a todos los que formamos parte de una nueva fuerza política que trabaja para crear un mejor país y, sobre todo, a los ciudadanos que acompañan y confían en nuestro proyecto”, declaró.

 La denuncia solicita la intervención de la Fiscalía “a los fines de dilucidar los actores de esta campaña, determinar quién financió esta acción de comunicación y donde fueron impresos estos ejemplares falsificados”.

 “Esta mañana, al ingresar a un bar ubicado en Belgrano y Rivadavia, en pleno centro comercial de San Isidro, un joven me entregó un ejemplar del diario El Argentino y, al mismo tiempo, otro del falso Clarín. Quiero que la Justicia investigue quién financió esta campaña”, comentó el senador del Frente Renovador.
En el escrito, Galmarini fundamenta que el uso de una marca, en este caso constituida por un medio masivo de comunicación, para lograr la penetración en el público en general y transmitir información falsa para influenciar en conciencia colectiva constituye, el primero: un delito penado por la ley, y el segundo: un engaño a los consumidores (art 4 in fine de Ley 26.361).

Por otra parte, el art. 27 de la Ley 11723 dice que: “Los discursos políticos…. No podrán ser publicados si el autor no los hubiese expresamente autorizados”.   “Es paradójico, no se puede proteger a alguien de las cosas que no dijo, de los hechos que no existen, para crear una falsa imagen. Pero si la Ley protege al autor de un discurso político, más debe proteger al político que se le endilga uno que no efectuó”, concluyó Galmarini en defensa de Massa.