La videoasistencia del referí fue -y lo sigue siendo- uno de los grandes puntos de inflexión del fútbol contemporáneo. La posibilidad de corregir fallos erróneos a través de la repetición de jugadas supuso un salto de calidad en pos de la justicia deportiva. Sin embargo, los ideales están lejos de alcanzarse y River Plate bien lo sabe.
Los encuentros y desencuentros entre el VAR y el conjunto de Núñez son recordados por los fanáticos y siguen siendo noticias de River. Incluso fue Enzo Pérez, uno de los referentes de la institución quien dejó de vestir la camiseta del Millonario inmortalizó una frase que todavía resuena en el inconsciente colectivo: “Inventaron el VAR”.
Por aquel entonces, el volante central de River Plate se quejó de la llegada de la tecnología al fútbol luego de la derrota 2-1 en casa en el Superclásico ante Boca Juniors. Sin embargo, el enojo se debía a un hecho pasado.
Lanús vs River Plate, el comienzo del desencuentro
El primer gran encuentro del pueblo riverplatense con el VAR se dio en la Copa Libertadores. El 31 de octubre de 2017, River Plate enfrentó a Lanús en el choque de vuelta de las semifinales del torneo más importante del continente.
Wilmar Roldán, árbitro del encuentro, no sancionó un penal favorable al Millonario por mano de Iván Marcone y tampoco expulsó a Lautaro Acosta. Andres Cunha, árbitro uruguayo, tampoco llamó al colombiano para rectificar sus omisiones. Para colmo de males, Cunha sí llamó al árbitro principal para sancionar un penal que se transformó en el cuarto gol de Lanús. El desenlace sigue siendo recordado como una de las grandes pesadillas para River Plate, ya que quedó a las puertas de otra final bajo la conducción de Marcelo Gallardo.
No gol y eliminación
Uno de los últimos desencuentros entre River y el VAR se dio ni más ni menos que en el superclásico que enfrentó a Boca y River por los cuartos de final de la Copa de La Liga. El resultado fue adverso, pero el Millonario todavía mastica la bronca por un gol que había sido convalidado por el árbitro Yael Falcón Pérez y que posteriormente fue anulado por el árbitro VAR, Jorge Baliño.
Lo más cuestionable de dicha decisión es que se rompió el protocolo VAR, ya que no había suficiente evidencia para contrastar la decisión tomada dentro del campo de juego en lo que hubiese sido la ventaja parcial de River Plate y un desenlace completamente diferente.
Escándalo uruguayo
El último gran desencuentro entre la tecnología y River Plate se dio en Copa Libertadores de América. El empate 2-2 entre el Millonario y Nacional se transformó en una verdadera batalla campal sin consecuencias.
El VAR omitió una expulsión de Franco Romero tras un golpe certero a Enzo Díaz en la cara. Tras ello, River cedió terreno en el campo y se le escapó un triunfo claro luego de estar en ventaja por dos goles de diferencia.
Omisiones que fueron campeonatos
No todas fueron malas para River con el VAR. La primera gran ayuda arbitral para el conjunto Millonario se dio en la Copa Libertadores de 2018 cuando el conjunto de Marcelo Gallardo enfrentó al Independiente de Ariel Holan por los cuartos de final de vuelta.
La patada de Javier Pinola ante Martín Benítez en plena área hubiese sido un claro penal, de no ser por la decisión del árbitro brasileño Anderson Daronco que no fue llamado por el VAR y omitió la pena máxima que hubiese implicado la expulsión del defensor. El 3-1 final para el equipo de Gallardo fue el punto de partida para quedarse con la Copa Libertadores en la histórica final ante Boca Juniors.
Otra de las ayudas del VAR también llegó en la misma Copa Libertadores. El rival fue Gremio y el protagonista Andrés Cunha quien tras chequear el VAR sancionó una mano de Bressan que le permitió al millonario convertir un gol fundamental para llegar al último choque ante su clásico rival.
Por último, el VAR se transformó en un auxilio que le permitió cosechar otro título a River Plate. Fue en la Recopa versus Athletico Paranaense cuando Roberto Tobar sancionó un penal que había omitido. A instancias del VAR, el referí chileno tuvo imágenes más claras sobre la mano de Luis González en el área del equipo brasileño. Ignacio Fernández cambió la pena máxima por gol y a partir de allí desató un nudo que parecía complicado.
El 3-1 en el global se transformó en alegría para el pueblo Millonario y en otra muestra de que el VAR fue un elemento tecnológico más que útil.