Un año nuevo trágico le tocó vivir a Stefania Collante, de 18 años. Salvó a su hija del impacto de una cañita voladora, pero el cohete estrelló en su ojo izquierdo, perforándole la córnea. Si no se actuaba a tiempo el riesgo de perder el ojo crecía. En menos de 24 horas se realizó un trasplante en el Hospital Central de San Isidro que logró salvar el ojo de esta joven paciente.
Ante la emergencia, Cucaiba y su servicio de procuración respondieron rápidamente en menos de 24 horas proveyendo la córnea que llegó desde Misiones. “La paciente tuvo un accidente por una quemadura con fuego artificial que complicó la córnea que había quedado perforada. La cirugía de urgencia fue exitosa y pudimos salvarle el ojo”, contó Nicolás Gorojovsky, médico oftalmólogo.
Luego de la operación, Stefania señaló: “Los médicos del Hospital Central de San Isidro me trataron muy bien y la operación fue un éxito; por lo que estoy muy agradecida”.
Pedro Piantoni, jefe del Servicio de Oftalmología, cerró: “Es muy importante la donación de órganos, porque en este caso salvamos el ojo de un paciente, pero se puede salvar la vida de una persona”.