En en mismo sentido que la Ciudad de Buenos Aires, el Municipio de San Isidro anunció esta mañana la habilitación de los shoppigns, uno los sectores más golpeados por la pandemia de coronavirus, ya que se encuentran sin ningún tipo de actividad desde que se decretó la cuarentena, el 20 de marzo. Después de casi 7 meses, y tras consensuar protocolos, la comuna que conduce Gustavo Posse habilitó la reapertura de los centros comerciales antes del Día de la Madre, del próximo domingo.
En esta primera etapa, funcionrán los locales de venta de distintos artículos, y permanecerán cerrados los cines, patios de comida y juegos infantiles. Desde el municipio informaron que los centros comerciales implementarán un sistema de control de visitantes que de acuerdo a la superficie del área de tránsito del establecimiento, establece el número máximo de aforo, que es una persona cada 16 m². Una vez alcanzado el número establecido de personas, no podrán ingresar más.
Los horarios de apertura serán de lunes a viernes de 9:00 a 21:00, y los días sábados, domingos y feriados de 8:00 a 22:00. Para ingresar se podrá reservar un turno por una aplicación o formar una fila y esperar. Hay un único ingreso al lugar y las empresas dispondrán de personal para el control del distanciamiento social y toma la temperatura.
El protocolo sanitario también indica que al ingresar, se habrá demarcado el interior del centro comercial, el sentido de circulación y las filas de espera. También, se instalaron puestos de higienización y profilaxis con dispensers de alcohol en gel, y se reforzó la limpieza y desinfección en las zonas de alto contacto como sanitarios, barandas, manijas, ascensores y pantallas táctiles.
“Los protocolos de seguridad se acordaron con las dos cadenas de shoppings del distrito (Soleil Premium Outlet y Unicenter), minimizando el riesgo de contagio, y con las lógicas limitaciones que impone la emergencia sanitaria. La idea es entrar, comprar y salir”, señaló Mauricio Gómez, el subsecretario de Inspección General de San Isidro.
En relación a la delicada situación del sector, los riesgos de cierre y pérdida de los puestos de trabajo, Gómez indicó: “Desde un primer momento entendimos la gravedad del problema, por eso los acompañamos con la modalidad de delivery, y take away para que puedan retomar la actividad económica. Y ahora se los habilitó previo al Día de la Madre, que es una fecha vital de cara a las ventas, pero nuestro compromiso es seguir trabajando para ver cómo podemos incluir aquellas actividades que por el momento quedaron afuera”.
Las personas que permanezcan dentro del local comercial, deberán usar barbijo en todo momento. A los clientes se les facilita dispositivos para la higienización de manos (alcohol en gel o alcohol diluido al 70%) antes de ingresar a cada local. También hay alfombras sanitizantes con alcohol para limpiar el calzado.
Con el objetivo de que la renovación de público sea fluida y para evitar se formen filas y largas esperar, se recomienda no concurrir acompañados, ya que la venta quedará limitada a una persona por grupo familiar. A su vez, en las cajas, se colocaron distintas barreras físicas como mamparas, pantallas acrílicas para separar al trabajador de los clientes.
Otro aspecto a tener en cuenta es que los locales gastronómicos que se encuentran ubicados en los pasillos de circulación pueden operar únicamente con la modalidad de take away.