Se trata de un proyecto de ordenanza que tiene por objetivo mejorar el concepto sobre el hecho imponible del cobro de tasas. Se fijarán los principios, objetivos e instrumentos de una política medioambiental.
Asimismo se crea un Consejo Consultivo Medioambiental que busca ampliar la mirada de los funcionarios y permite trabajar sobre una planificación estratégica que comprende a San Isidro como una ciudad sustentable.
El presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Pablo Fontanet, expresó que “cada uno desde su mirada pudo enriquecer el proyecto que venía del Ejecutivo, tenemos un despacho que es producto de un consenso que buscamos distintas fuerzas políticas de esta casa. Entendemos que el medioambiente es una materia en constante renovación y es el desafío que van a tener las gestiones locales a futuro”.
El proyecto fue aprobado por unanimidad, aunque la oposición no se reservó las críticas. En representación del bloque del Frente Renovador, Marcela Durrieu, opinó que “se empezó al revés con una ordenanza que tenía fines puramente recaudatorios para después pensar la política ambiental. Incluir la encíclica papal Laudato SI implica un cambio conceptual importante, lo vemos como punto de partida que inicie un proceso donde podamos definir cuáles son las cosas que hay que preservar no solamente la cuestión verde, sino también en cuanto a los paisajes protegidos, los lugares históricos y que rápidamente detengamos el negocio inmobiliario que arrasa con todo”.
Desde el bloque PJ-FPV, Fabián Brest, puso el acento en la falta de institucionalización de la participación ciudadana en la visión de ciudad a futuro: “Haber incluido a la encíclica papal es un arma de doble filo, porque hay que cumplir, veremos si a través de esta normativa se puede llevar adelante. Es indispensable la participación directa de los ciudadanos para llevar adelante políticas ambientales y visión de ciudad, en el proyecto no se institucionaliza ese grado de participación”.
Por su parte, Clarisa Demattei desde espacio vecinalista de ConVocación, se refirió a la falta de estadísticas claras acerca de la situación ambiental y la reducción de la basura como punto de partida de una política pública, pero reconoció que “finalmente se le va a dar una asignación específica a la recaudación de tasas ambientales que el año pasado fueron más de 30 millones de pesos. Aunque este proyecto sigue sosteniendo los parámetros de hace 40 años en donde la gestión de residuos gira en torno al Ceamse”.