Con un nuevo mapa político, este miércoles a las 12:30 el Concejo Deliberante de San Isidro tendrá una sesión especial en la que se votarán ordenanzas claves para la gestión 2024. Será la primera prueba de fuego legislativa para el flamante intendente Ramón Lanús en la sesión que se tratarán la ordenanza fiscal e impositiva, la norma que determina el aumento de tasas municipales para el año entrante, el presupuesto municipal y donde también se debatirá el nuevo esquema de secretarías que conforman el gabinete municipal.
Lanús no cuenta con mayorías propias dentro del recinto. Como puro de su espacio, podemos contar sólo al concejal Guido Alvarado al que se le suman los concejales del vecinalismo de Convocación Catalina Riganti, Juan Ocampo, Bernabé Durini y Lucía Rojo. El vecinalismo conformó la alianza que llevó a Lanús a la intendencia y es parte del nuevo gobierno de San Isidro.
A estos cinco concejales del oficialismo se le suman, en lo que será un interbloque oficialista, las dos concejales del PRO y ocho concejales que responden políticamente a Gustavo Posse. La alianza con el ex intendente es un elemento clave de gobernabilidad para Lanús dada su debilidad en el cuerpo legislativo y explica la continuidad en la presidencia del cuerpo del possista Martín Vázquez Pol.
Con el apoyo del possismo, se descuenta que mañana Lanús no tendrá inconvenientes en conseguir los votos para aprobar dos ordenanzas estructurales para la gestión. Las incógnitas políticas de la jornada estarán puestas sobre la posición que tomará el bloque de tres concejales de La Libertad Avanza y cuál es la actitud de los concejales del peronismo frente al nuevo gobierno municipal. Y mas allá de lo político, la ordenanza fiscal e impositiva podría arrojar el dato sensible de cuánto será el aumento de tasas para el arranca del año.
