Es porque promulgaron una ley que le permite a los consumidores controlar precios y denunciar publicidad engañosa.
El gobierno bonaerense promulgó una ley que permite a los consumidores registrar con cámaras o celulares en el interior de supermercados y grandes superficies comerciales para controlar los precios y defenderse de eventuales trampas o de publicidad engañosa.
La medida entró en vigencia ayer. Es porque la Legislatura aprobó una reforma a la Ley 13.891, que regula la actividad de esos centros de comercialización en la Provincia. En el inciso “d” del artículo 1 se incorporó esta cláusula: los propietarios deberán “abstenerse de realizar cualquier conducta que impida o menoscabe la libertad de los consumidores a tomar nota y a obtener fotografías o videos de los precios exhibidos”.
Hasta ayer había una “zona gris”. Nada impedía esta práctica, pero muchos comerciantes (o encargados) no permitían que los usuarios registraran con una foto lo que se exhibía en las góndolas. Y el cliente no tenía herramientas válidas para justificar su accionar. Hace tres meses, el parlamento bonaerense votó la reforma y la semana pasada el Gobierno publicó la reglamentación en el Boletín Oficial.
“Puede resultar útil para dejar sentado una irregularidad. Para ir a reclamar ante los organismos de defensa del consumidor o ante un eventual litigio”, dijo a Clarín el presidente de la ONG Consumidores Responsables, Henry Stegmayer. “Tendremos un instrumento más para eludir los engaños que muchas cadenas concretan con las ofertas que no existen, con los cambios de precios indicados u otros reclamos”, aclaró el dirigente.
Las cámaras que agrupan a los supermercadistas tienen algunas reservas. “Se puede utilizar para espionaje comercial o puede poner en riesgo los sistemas de seguridad de las filiales”, comentó un vocero de las entidades empresariales.
La autora de la iniciativa, la senadora Cristina Fioramonti, del Frente para la Victoria (FpV), argumentó que “constituye una protección más al consumidor. Ya que tenemos celulares y otros dispositivos al alcance de la mano, la idea es que quien quiera verificar, fotografiar o grabar para no olvidarse lo que detectó, pueda hacerlo sin que nadie se lo impida”.
Ya hubo polémica hace más de dos años, cuando comenzó el régimen de Precios Cuidados. Hubo algunos “escraches” realizados por integrantes de agrupaciones políticas cercanas al oficialismo que con grabaciones denunciaban supuestos incumplimientos a los acuerdos de precios.
“Eso fue un exceso. Eran personas que, organizadas, ponían en riesgo a cajeros o repositores, que son trabajadores y no tenían responsabilidad en las presuntas irregularidades”, recordó Stegmayer.
Ya no será necesaria la “libreta” para anotar precios. “Con la instantaneidad de las redes sociales, los comerciantes tendrán que cuidarse de cualquier publicidad engañosa”, se entusiasmó Stegmayer.