Por Gustavo Seva (*)
Es pertinente a mi función y cargo en la dirigencia sindical municipal bonaerense y local, habilitar reflexiones atinentes a las relaciones del trabajo y a las condiciones de prestación del servicio, como son la selección del personal, el control a tiempo real del trabajo de calle, la gestión integral de los servicios de seguridad ciudadana, y otros temas conexos, complementarios o relacionados.
No se puede mantener en manos privadas los sistemas de ingreso de personal para llevar adelante tareas que tienen carácter de servicio público y llegan a la puerta del domicilio de cada vecino de San Isidro.
En este contexto podríamos sostener, que es también parte de la seguridad ciudadana (tema que surge como prioritario en las encuestas de opinión), que el Municipio retome en sus manos -mediante la gestión directa -, todos los servicios de calle, como progresivamente lo ha venido haciendo, sin totalizar aún el 100% de los mismos. Esta medida involucraría la gestión y responsabilidad directa del recurso humano por parte de las autoridades municipales, teniendo competencia sobre las condiciones de ingreso, capacitación, progreso y permanencia de dicho personal en el servicio público. Su puntapié inicial debería ser establecer un sistema de selección del personal (y que a su vez actué de manera indirecta como primer escalón preventivo en la seguridad pública), el cual debería dar cuenta del estudio de los perfiles laborales, ambientales socio-familiares y psicosociales del personal a ser contratado, con el fin de maximizar su performance en el trabajo y garantizar al vecino estándares razonablemente predictibles de conducta social de los trabajadores y trabajadoras incorporados al servicio de calle de cualquier servicio municipal.
Las empresas privadas, las cooperativas o toda otra forma de tercerización blanqueada o encubierta del servicio público, solo suman inseguridad laboral
No se puede mantener en manos privadas los sistemas de ingreso de personal para llevar adelante tareas que tienen carácter de servicio público y llegan a la puerta del domicilio de cada vecino de San Isidro. En los últimos años el Gobierno Municipal ha llevado adelante una política correcta de utilización del empleo público (en aquellas tareas en que se requiere una menor capacitación y escolaridad formal), que ha permitido incorporar a planta del personal a trabajadores cuyas conductas sociales habían sido penalmente judicializadas en algún momento de su vida, y que obtienen mediante la oportunidad del trabajo una vía de resocialización adecuada. Esta loable iniciativa debería ser reforzada con la organización de un programa específico y formalmente estructurado, de reinserción social mediante el trabajo, buscando lograr estándares aceptables de construcción de ciudadanía como sustento estructural de la seguridad pública. Estas tareas solo pueden y deben ser llevadas adelante por el Estado, asumiendo la gestión integral vía administración del servicio público. Las empresas privadas, las cooperativas o toda otra forma de tercerización blanqueada o encubierta del servicio público, solo suman inseguridad laboral, la cual termina, más temprano que tarde, en inseguridad pública.
Para nosotros desde el sindicalismo municipal bonaerense, la seguridad no se reduce al mero accionar policial, sino que es integral y comprende múltiples seguridades: la ciudadana, la alimentaria, la educativa, la laboral, la sanitaria, y toda otra necesidad humana que deba ser satisfecha por las políticas públicas. En la búsqueda de ese fin, nuestro compromiso con el vecino de San Isidro y de todos los municipios de la Provincia de Buenos Aires, podría resumirse en la siguiente aspiración: queremos calidad laboral para lograr servicios públicos de calidad.
(*) Gustavo Seva es Secretario de Capacitación, Estadísticas y Formación Profesional de la Federación de Sindicatos Municipales Bonerense (Fe.Si.Mu.Bo)
