Finalmente después de muchas negociaciones, Macri y de Narvaez no llegaron a una acuerdo y conformaron frentes distintos. El jefe de la comuna porteña se quedó sólo con Posse, sin poder incluir en el frente a ningún componente peronista, lo cual resultaba muy importante para hacer frente a la elección en la provincia de Buenos Aires. Sin grandes figuras, Posse sería entonces quien encabece lista del PRO en la provincia dejando la intendencia de San Isidro.
Por su parte, De Narvaez cerró filas con Moyano, dejando atrás una etapa en la que el ex Casa Tía trataba al camionero de matón y este indicaba que un empresario extranjero y fracasado no podía ser peronista.
El que también presentó un frente propio fue Sergio Massa. Sin definiciones sobre si encabezará o no las listas, el intendente de Tigre pretende conformar un espacio por fuera del kirchnerimo y el sciolismo, y cuenta con el apoyo de muchos intendentes del conurbano. A ese frente se sumó el cuestionado intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, quien abandonó a último momento el espacio de Mauricio Macri.