El pasado 20 de octubre se puso en funcionamiento la posibilidad de renunciar voluntariamente al subsidio del boleto en los transportes públicos, lo que hace que aquellos usuarios que lo implementaran en su SUBE paguen la tarifa completa, sin la ayuda del Estado Nacional, a un valor de $700, contra los $60 promedio que se pagan actualmente.
Pasado poco menos de un mes desde que se lanzó la medida, sobre 18 millones de tarjetas activas, sólo 1665 usuarios pidieron la baja. De ese bajísimo número, 49 resultaron arrepentidos a través de los sistemas de la tarjeta SUBE.
Por otra parte, se registró que del total de personas que renunciaron, 512 tarjetas validaron efectivamente la renuncia, y tan solo 290 tarjetas fueron utilizadas para realizar viajes sin subsidio.
La mayor parte de las renuncias registradas pertenecen a usuarios del AMBA, y le siguen localidades como Rosario, Mendoza y General Pueyrredón.
El ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, reflexionó sobre estos números a 25 días de implementado el programa. "Evidentemente la decisión de Milei de quitar los subsidios tiene muy poco respaldo popular y social. Hay una reflexión colectiva sobre que el subsidio tiene impacto en la economía familiar y del comercio, la industria, la salud, la educación y en el ambiente", manifestó.
"Esta propuesta que fue presentada por Milei en la Cámara Nacional Electoral antes de las elecciones, demostramos que es una propuesta fallida, perjudicial para la sociedad. Milei nunca entendió la rentabilidad social del transporte y la sociedad, que tuvo la opción de decidir entre renunciar al subsidio o sostenerlo, decidió sostenerlo", finalizó.