La demora en la aplicación de los aumentos en las tarifas de gas, que el Gobierno lanzó en abril pasado, tendrá una consecuencia inesperada para los usuarios: deberán pagar el servicio una vez cada 20 días para compensar el tiempo en el que dominaron las indefiniciones.
Aunque habrá variaciones según los casos, sólo así los usuarios podrán llegar a fin de año sin grandes deudas con las distribuidoras, que, a su vez, enfrentarían problemas por la falta de recaudación.
El mayor ritmo de emisión de boletas en la última parte del año ocurrirá cualquiera que sea la decisión que tome la Justicia respecto de los aumentos, debido a que muchas de las facturas enviadas están regidas por un cuadro tarifario que luego fue modificado por el propio gobierno.
El tema se trató en una reunión multitudinaria de la industria en el Enargas, el ente que regula el sector. El desafío burocrático es tan impensado que ese organismo deberá publicar una resolución que permita a las empresas modificar el esquema de vencimientos, dado que, de lo contrario, la operatoria sería ilegal.
Tras la intervención de la Justicia, la mayoría de las distribuidoras dejaron de emitir las facturas según el cronograma que tenían establecido, por lo que se empezaron a acumular atrasos, que comenzaron en abril, pero se fueron ampliando hasta que hace dos semanas la Cámara Federal de La Plata dispuso la anulación del aumento de tarifas en todo el país.
Las facturas de los clientes residenciales y los pequeños comercios vencen cada 60 días en promedio (puede haber algunas modificaciones por feriados). Con esa periodicidad las empresas miden y procesan los consumos, un procedimiento que aún se hace de manera manual.
La suba de tarifas que se anunció en abril mantuvo la lectura del medidor y la facturación bimestral, pero dispuso que cada período será dividido en dos partes iguales, que conformarán también dos talones de pagos de la nueva factura.
Si la Justicia definiera la cuestión de tarifas a principios de agosto, las facturas deberían emitirse con una separación mínima de 45 días para poner al día la emisión de boletas. En ese caso, el usuario debería abrir su billetera cada 20 días para pagar cada uno de los dos talones que vienen en la factura.