Cuantas veces nos habrá pasado de querer usar nuestros servicios de manera normal y encontrarnos con que los datos que teníamos disponibles ya fueron usados o estamos fuera de la ciudad y el roaming no funciona o simplemente el abono es demasiado caro para las prestaciones que nos da nuestra empresa de telefonía móvil.
Nuestros teléfonos son un parte muy importante de nuestro día a día y las funciones que nos provea el aparato, técnicamente hablando, no son las únicas que precisamos para que este funcione de manera adecuada, al menos que no tengamos la idea de sacarlo fuera de una conexión a internet fija, pero siempre va a existir la posibilidad de que esto suceda.
Es por ello que en este artículo vamos a tratar de ver los puntos claves o las cosas a tener en cuanta a la hora de elegir un nuevo plan de telefonía y que este se adapte a nuestras necesidades y presupuesto.
Consumo mensual
Antes que nada y comenzar con la nueva búsqueda, deberíamos al menos tener una idea de lo que consumimos aproximadamente con nuestro teléfono en lo que refiere a datos, minutos de llamadas o servicios internacionales de roaming.
De no estar seguro de esta información, que no tendríamos tampoco porque tenerla tan clara a menos que estemos controlando los gastos y consumos de una manera minuciosa, siempre vamos a poder consultar nuestra factura mensual, ya sea desde la app de nuestra empresa, como el papel físico que nos envían, para poder constatar los consumos y prestaciones que tenemos mes a mes.
¿Abono o prepago?
Esta es otra pregunta que deberíamos hacernos. Ambos sistemas tienen sus pro y sus contras, pero si es cierto que cada uno de estos se adapta a un tipo de consumidor específico o forma de vincularse con nuestro servicio de telefonía.
La opción prepaga, generalmente, se utiliza para tener una mayor flexibilidad y un mayor control sobre los gastos. El sistema consiste en recargar de forma manual el saldo cada vez que lo necesitemos, pero teniendo en cuenta que suelen aplicarse tarifas mayores que las del abono, aunque, si usamos muy poco o de forma ocasional el teléfono, este sistema realmente puede ser muy beneficioso.
El abono el sistema por defecto que ofrecen las empresas, consiste en pagar a fin de mes un monto específico y los recargos que pueden llegar a aparecer en caso de solicitar una ampliación temporal o algún servicio extra que hayamos contratado. Esta forma es muy cómoda y suele ofrecer, junto con el abono, ciertos beneficios en plataformas o medios de pago o alguna promoción que ofrezca la empresa con alguna marca.
¿Cuántos GB son necesarios?
Esta es una pregunta bastante personal, porque varía según el usuario y si precisamos de un buen caudal de internet en lugares donde no vamos a tener acceso a una red inalámbrica por trabajo o alguna actividad particular.
Los datos por lo general lo son todo en estos días y por lo general algo que ronde entre los 3 y 5 GB es considerado una base y funcional para aquellos que realicen un uso básico del teléfono y pocas redes sociales. Ya hablar de más de 10 GB es algo que puede funcionar muy bien para aquellos que miran mucho contenido o utilizan el teléfono para cargar constantemente información, fotografías o videos.
Por último, muchas empresas suelen ofrecer un abono especial de datos ilimitados que se ajusta a las necesidades específicas de quienes trabajan en línea, trasmiten contenido o realizan alguna actividad que les requiere de una uso intensivo; todos esto obviamente por un precio bastante considerable en comparación con las demás opciones.
¿Y la cobertura?
Este es otro punto importante… de que nos serviría contratar un abono en una empresa si donde residimos no tenemos señal de la misma. Por lo que, es fundamental constatar si la empresa a la que vamos a pasarnos o a contratar tiene una buena señal en donde vivimos o en donde desarrollemos cotidianamente la mayoría de nuestras tareas o trabajo.
También aclarar, que es tema es muy importante para quienes trabajan viajando y precisan de que su teléfono tenga cobertura en espacios rurales, donde no todas las compañías poseen antenas o señal, por lo que siempre es bueno llamar a la empresa o preguntar a nuestros conocidos o compañeros de trabajo sobre la empresa más conveniente.
Dicho esto, más allá de comparar un precio u otro de una empresa, lo importante es saber que vamos a poder usar aquello que estamos pagando y no que por ahorrar vamos a terminar sin servicio o de mal humor porque no pudimos solucionar una tarea que parecía sencilla, pero que se términó volviendo tediosa por un mal servicio de señal, falta de internet o un plan que no nos proporcionaba servicio de roaming.
