“Tengo miedo todo el tiempo”, es la frase que dijo la víctima de aquel brutal episodio de la panadería de la localidad de Virreyes, ocurrido la semana pasada. La joven hipoacúsica (a quien se le reserva su identidad por pedido de ella), aún no olvida el horror que vivió en el local, donde fue abusada y agredida por un malviviente, que se encuentra detenido.
La joven de 25 años dialogó con TN y contó cómo fue el ataque. “Me agarró del cuello, me llevó al baño, me abusó y me pegó. Como me resistí a practicarle sexo oral siguió pegándome. Por la piña que me dio, quedé con un zumbido en el oído y un poco mareada”, relató. Tras el hecho, el sujeto fue visualizado a través de las cámaras de seguridad del local y de la zona, fundamentales para su posterior detención, la cual se concretó el pasado martes en el partido de Tigre (VER NOTA y VIDEO).
El suceso tuvo lugar en el comercio ubicado en la intersección de las calles Avellaneda y Azcuénaga, donde la muchacha hacía no más de quince días que se desempeñaba laboralmente allí. Todo marchaba de la mejor manera hasta el domingo 20 cerca de las 16 horas, el momento “D”.
En ese instante un individuo se apersonó en la puerta de la panadería, ingresó y se dirigió directa a la joven que se hallaba en el mostrador. “Vos quédate ahí. Esto es un robo. Quédate quietita”, le dijo el imputado, quien seguidamente la llevó al baño para continuar con su cometido.
“Me agarró del cuello, me empujó y me llevó al baño. Ahí me abusó, me pegó en la cara, en el oído, en la cabeza y en el hombro”, narró la víctima, quien en un comienzo pensó que el ladrón era un simple cliente, ya que cuando éste entró lo primero que dijo fue “buenas tardes”.
El delincuente procedió a bajarse los pantalones y le pidió a ella que le realice sexo oral. “Como me resistí siguió pegándome. Por la piña que me pegó, quedé con un zumbido en el oído y un poco mareada”, detalló la joven, que dijo que aún teme por lo ocurrido: “Tengo miedo todo el tiempo”.
Cometido el hecho el sujeto se dio a la fuga. Ella se quedó unos minutos en el baño, agarró su cartera, las llaves del local y se fue. Golpeó la puerta de al lado del negocio pero no salió nadie, por lo que decidió cruzar la calle e ir a pedir ayuda a un kiosco. En ese momento lo vio a él: “Lo vi esperando el colectivo y me desmayé”, expresó. Pese a ello, afortunadamente fue asistida por un grupo de médicos que arribó al lugar.
Luego de permanecer por varios días prófugo, el individuo resultó aprehendido. No fue en Virreyes sino en la localidad de Troncos del Talar, a la altura de la Ruta 197 y Mármol, donde se bajó de un colectivo de la línea 720.
