Un nuevo capítulo en el conflicto por la instalación de las dos empresas termoeléctricas en el límite entre Pilar y Escobar comenzó en las últimas horas, cuando el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) informó a los vecinos en un mail que montará una “guardia permanente” para controlar los ruidos molestos generados por las empresas y tomar medición de los mismos, que fueron denunciados por los habitantes de la zona. Sin embargo, las asociaciones vecinales y ambientalistas dicen que “la solución no es una guardia, sino que es la reubicación de las termoeléctricas para que se muevan de la zona residencial” y por eso realizaron un corte en la Ruta 25 este lunes 7.
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En un comunicado enviado vía mail a los vecinos de Matheu y Villa Rosa, el área de Fiscalización de la cartera de Medioambiente de la provincia de Buenos Aires, a través de la OPDS, informó que "ante los reiterados reclamos, se está viendo la forma de implementar una guardia permanente para de esa manera poder realizar las mediciones con las plantas en pleno funcionamiento". En relación a esto, desde Que Pasa se realizaron una serie de comunicaciones con OPDS para conocer los detalles de su posible funcionamiento, aunque sin respuestas por parte del organismo.
Además, según explicaron desde la Provincia en referencia a controles anteriores a las plantas, “en las dos últimas inspecciones del organismo, en una no estaban funcionando y en la otra se encontraban realizando pruebas, por lo que no estaban en pleno funcionamiento”.
Desde las agrupaciones de vecinos, se manifestaron frente a esta respuesta, luego de realizar denuncias judiciales por los “ruidos ensordecedores”. Natalia, vecina de la zona, dialogó con Que Pasa y enfatizó: “La solución no es que monten una guardia para ver cuánto ruido hacen, porque la contaminación sonora es sólo uno de los problemas que trae la instalación de estas empresas. Lo que pedimos claramente es que sean reubicadas, y que las saquen de una zona residencial donde no corresponde que estén. Aquí estamos hablando de contaminación del aire y del agua, no sólo de cuestiones sonoras”.
“Las garantías para que el control sea efectivo, además, son dudosas. Si fueran serias, las plantas ya tendrían que haber estado clausuradas, teniendo en cuenta la vibración de los vidrios en las casas cercanas o la cantidad de decibeles a los que llega el ruido que emiten las turbinas”, expresó la vecina de Matheu.
Este lunes 7 de enero, por esta situación, los vecinos realizaron un corte en la intersección de la Ruta 25 y calle Alborada, donde se encuentran instaladas las empresas APR Energy y Araucaria Energy, reclamando la reinstalación de las termoeléctricas.