Tigre cayó ante Palmeiras en Victoria en su debut en la Copa Libertadores

Fue 2 a 0 de local. Con goles de L. Adriano y Willian.

Tigre Palmeiras Copa Libertadores 2020

Debut y sensación amarga porque Tigre podría haber rescatado algo más. El Matador perdió 2 a 0 ante Palmeiras en su debut copero en el José Dellagiovanna y de esta manera no pudo sumar de local, algo importante en la siempre complicada Coa Libertadores.

Un primer tiempo en donde Palmeiras mostró su jerarquía en los primeros minutos y, si afinaban la puntería, el partido hubiera sido otra cosa. El equipo brasileño lastimó muchísimo con los pelotazos cruzados a espaldas de los laterales, que siempre recibían al pelo luego de enormes pases de Felipe Melo.

Más allá de esto, el gol llegó luego de un error en la salida de Tigre. L. Adriano recibió luego de algunos desaciertos en la defensa del Matador y abrió el pie para hacer estéril la volada de Marinelli. Cuando parecía que venía el vendaval, el local se despertó.

Palmeiras tuvo algunos errores en el fondo que el Matador por poco no pudo aprovechar ya que los disparos fueron desviados o detenidos por el arquero Weverton. Tigre se puso el traje de protagonista y por momentos se lo llevó puesto al conjunto brasileño, pero no alcanzó para llegar al empate.

En la segunda etapa el Matador siguió con la misma de sintonía de ir por el empate y estuvo cerca hasta que la expulsión de Pérez Acuña atentó contra ello. El lateral, ya caído en el suelo, metió una patada increíble e inexplicable que le complicó las cosas al conjunto de Gorosito.

Palmeiras, a los pocos minutos, aprovechó el hombre de más. Jugada de izquierda a derecha que derivó en Willian, quien ajustició a Marinelli sin ningún miramiento. Golazo del brasileño. Felipe Melo, figura del encuentro, pasó de jugar de central al medio y manejó los hilos del equipo hasta el final.

Tigre comenzó con el pie izquierdo la aventura en la Copa Libertadores con un gusto amargo debido a que por momentos fue superior a su rival y pudo haberse llevado algo. Sin embargo, el objetivo es claramente el ascenso y no hay por qué descuidarlo.