Tigre perdió con Talleres en el José Dellagiovanna. Si bien por momentos fue un poco más desde el control del juego, finalmente cayó por 3 a 1 frente a uno de los animadores del torneo. En el segundo tiempo, estuvo impreciso y bajo la intensidad.
Diego Martínez decidió hacer cuatro cambios para enfrentar a uno de los mejores equipos del torneo, entre ellos el ingreso de Blas Armoa para volver al 4-3-3. Después de un inicio de mucho estudio, con Tigre decidido a plantarse en campo rival, y en donde ambos se prestaron la pelota, Talleres empezó a sacar ventajas a espaldas de Montoya.
Valoyes iba como una flecha y así llegó el primer gol. Mal parado Tigre, contragolpe de la "T" y gol de Santos empujándola en el áres chica. El línea cobró offside pero luego de revisarla, el VAR convalidó el tanto. Sin juego elaborado pero con mucha verticalidad, Tigre dominó a Talleres entre los 15' y los 30' pero de nuevo fallaba al llegar al área.
Como el Matador se metía siempre en el barro y en donde había demasiadas piernas, dejaba a Talleres listo para salir de contra. Ramón Sosa volvió loco a Ortega y casi marca el 2-0 de no haber sido por el buen achique de Marinelli. Cada contragolpe del visitante era situación de peligro.
Tigre no podía ni siquiera levantar la pelota en los tiros libres hasta que en la última del primer tiempo apareció un gol "sucio" que vino como anillo al dedo. Centro de Montoya, algunos rebotes y Luciatti la empujó abajo del arco. Tigre se fue al descanso 1 a 1.
Tigre salió con más luces que Talleres al segundo tiempo y generó peligro. Un remate de Armoa de media vuelta y otro de Colidio al córner le hicieron ganar metros al Matador, aunque para los 20' la dinámica del partido ya era de ida y vuelta, de palo y palo, y estaba para cualquiera. Molinas, de flojo partido, salió por Medina.
Los arranques de Colidio hacían levantar a todos de las butacas, pero Tigre seguía nublándose en el área. Le faltaba el último toque o en ocasiones abusaba de él Mateo no tuvo un buen partido y se notó.
En el arco propio, Marinelli se hizo gigante para salvar dos pelotas de gol. La defensa volvió a dar muchas ventajas e incluso Alan Franco, luego de un error de Luciatti, había puesto el 2-1. Por suerte el VAR lo anuló por offside. El partido eran emociones constantes de un arco a otro.
Con imprecisiones y muy atolondrado, Tigre igual lo fue a buscar e incomodó de a ratos a Talleres, pero por cada "palo" del Matador, venían dos de la T. Los espacios en la defensa siguieron sin resolverse y Nahuel Bustos puso el 2-1 a los 41' del segundo tiempo.
Para colmo, por ir a buscarlo, Talleres clavó el 3-1 con un contragolpe letal que Nahuel Bustos terminó definiendo de emboquillada. Tigre se fue silbado, sacó dos de los últimos 15 puntos en juego y no gana desde la fecha 13. Este martes recibirá a Puerto Cabello por la Copa Sudamericana.