Tigre cerró su localía con una derrota ante Independiente Rivadavia

El Matador cayó por 2 a 0 ante La Lepra mendocina. La próxima fecha será ante San Lorenzo como visitante.

Tigre perdió ante Independiente Rivadavia de Mendoza como local y con la derrota se despidió de su gente. Fue por 2 a 0, en un partido donde nunca encontró los caminos y no supo aprovechar el hombre demás que tuvo durante todo el segundo tiempo para empatar el 1 a 0 abajo. No sólo eso, sino que además le ampliaron la ventaja en el complemento.

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El Matador no presentó cambios respecto al último partido ante Barracas y sabía que tenía que a sumar de a tres pensando en los promedios 2025. En un primer tramo muy flojo desde el juego, Independiente Rivadavia fue el que mejor se sintió con la pelota en los pies. Durante los 20' iniciales, Villa se movía de un costado a otro quitándole referencia a la defensa de los de Victoria, que de milagro no arrancaron 0-1: un centro de Villa encontró a Cardillo en el área chica y con el arco solo pero la pelota, por suerte, dio en el palo.

En la jugada siguiente, el baldazo de agua fría. De un tiro libre bombeado a 40 metros del arco, Studer saltó más alto que todos y abrió el marcador para el visitante. El Matador se vio obligado a reaccionar pero no se le caía una sola idea para vulnerar el arco de Centurión.

El primer tiempo se esfumó sin un solo tiro al arco por parte de Tigre, impreciso para generar juego y sin lucidez alguna para desordenar a un Independiente Rivadavia de buena labor.

Domínguez metió cambios para el segundo tiempo: Maroni y Contín por Cavanagh y Viganoni, de flojísimo rendimiento. A falta de mejoría propia, el visitante le dio una mano al Matador: Sequeira, que ya estaba amonestado, empujó al árbitro Ferrreyra y se fue expulsado a los 5' del complemento.

El hombre de más lo envalentonó a Tigre, que se plantó decididamente en campo rival pero le faltaban mejores decisiones en el tramo final. Sacando un remate débil de Banegas, seguía sin generar peligro claro, por eso a los 20' ya estaba en cancha Dayro Peña, quien debutó en el elenco de Victoria, para acumular más piernas arriba.

A los 25', otro baldazo de agua fría. Se durmieron todos a la salida de un corner y Studer clavó el 2-0 cuando Rivadavia ni siquiera había cruzado mitad de cancha. La gente comenzó a expresarle su descontento a los jugadores y bajaron insultos desde la tribuna. Domínguez mandó a Forclaz a la cancha para el último tramo pero todo seguía igual.

Tigre se repitió en pases a cualquier lado y consumido por el nerviosismo, no pudo exigir a un Rivadavia que dejó espacios de a ratos pero nunca se desordenó. Los minutos se consumieron y el Matador volvió a redondear una decepcionante actuación de local y encima contra un rival directo.

En la última fecha visitará a San Lorenzo el viernes por la noche.