Boca arrancó mejor en cuanto a la pelota tratando de lastimar por las bandas tanto con los laterales que subían o los pases largos al siempre peligroso Villa, aunque chances claras no hubo debido a los defensores estaban atentos en los cortes. Tigre intentó encariñarse pero se lo notaba inconexo.
La primera clara del partido fue por parte de Alcoba tras un cabezazo que dio en el poste. Benedetto respondió de la misma manera pero abriendo el pie derecho. El quiebre del partido, fue por parte del voluntarioso de Fede González. El delantero recibió una pelota por derecha que parecía que iba a quedar en nada hasta que enganchó, sacudió y ante un frágil respuesta de Andrada, decretó el primero de la noche.
A partir de ese gol, comenzó el aluvión Matador. La siguiente jugada fue una habilitación de González a Janson, que al recibir un empujón se cae dentro del área y Pitana no tuvo otra opción que cobrar penal. Justamente la Joya tomó la decisión de patearlo y marcar el segundo anta la locura de las más de 20000 almas tigrenses que había en el Kempes.
El conjunto de Pipo Gorosito se comenzó a aflorar al jugar a uno o dos toques aunque atrás sufrió por momentos debido a las faltas cerca del área que ocasionaba. Boca seguía con la misma idea aunque nervioso por estar abajo en el score.