Tigre arrancó con el pie izquierdo la Copa de la Liga. En un flojo partido y falto de profundidad, perdió por 2 a 0 contra Sarmiento en Junín. Más allá de la posesión, el Matador no pudo inquietar a su rival y continúa con los errores que lo hicieron tener un flojo andar en el primer semestre.
Con el mismo once que terminó jugando en la Liga Profesional, Tigre arrancó su excursión en el nuevo torneo visitando a Sarmiento en Junín. Cancha difícil y áspera. Y así se planteó el partido desde el inicio. El Matador, con un 4-2-2-2 en ofensiva y un 4-4-2 en defensa, asumió el protagonismo y tuvo algunos desbordes de Blas Armoa que podrían haber terminado en algo peligroso. El árbitro Lobo Medina omitió un claro penal sobre Tomás Badaloni por un testazo de Franco Paredes y eso le quitó el enfoque a Tigre.
Sarmiento se puso en ventaja a los 23' por intermedio de Paredes. Mala marca de Tigre en el segundo córner del local en el partido y a remar desde atrás. Juego empantanado en el medio y pocos espacios arriba lo privaban al Matador de tener chances claras, más allá de manejar la pelota.
Recién sobre el final de la primera parte Tigre tuvo la primera clara. Un desborde de Martín Garay al espacio, centro atrás cuando podría haber pateado al arco y Devecchi le ahogó el gol a Aaron Molinas cuando la empujaba. Los de Sara terminaron manejando el trámite, pero sin terminar de sentirse cómodos.
Sin cambios para el segundo tiempo, Tigre estuvo 15 minutos sin poder desnivelar el partido. Sarmiento resignó la posesión y se dedicó a defender. Aún así, se puso 2-0. Otra vez de pelota parada. El Matador hizo los cambios antes del tiro libre (Renzo López y José Paradela, en sus respectivos debuts) y de esa ejecución Diego Calcaterra aprovechó un rebote y aumentó la ventaja. La misma pasividad defensiva del torneo pasado.
Pasaban los minutos y el trámite seguía igual. Buenas intenciones de Tigre que estaban muy lejos de traducirse en chances concretas. Salieron Prédiger y Molinas a los 30' para dejarles su lugar a Esquivel y Forclaz, buscando más rebeldía en ofensiva, pero nada de eso ocurrió.
Sarmiento dejó correr el reloj y el nerviosismo de Tigre se lo terminó consumiendo. Sobre el final, sin mucho sentido, ingresó Robert Rojas para hacer también su debut en lugar de Garay. El Matador repitió problemas del pasado y tuvo un tropezón feo en el arranque.
En las próxima fecha recibirá a Racing, el sábado a las 21.30.
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