Un Tigre con vida social

En una entrevista exclusiva con el presidente de Tigre, Rodrigo Molinos, habló de la vida social del club, los obstáculos económicos que debe superar toda institución de barrio y la importancia de ser el único club de Primera División de la zona norte.

QuePasa realizó una recorrida por las instalaciones del club para conocer de cerca la vida social de la institución dejando un poco de lado esta vez la agenda de Primera División. Nos encontramos con ambiciosos proyectos anclados, por ejemplo en fomentar la participación de más jóvenes de todas partes del país en divisiones inferiores, nutriendo la cantera del Matador. La participación femenina en escuelitas de fútbol, la existencia de una subcomisión de cultura dedicada a convocar actividades referidas a la historia y los íconos del club, entre otras cuestiones.

Acerca de la subcomisión de Cultura creada en 2015, Molinos comentó que se realizan eventos y actividades referidas a las historias del club, muchas de las cuales las acercan los mismos hinchas. "Hay varias pinturas en la cancha realizadas por el artista Enrique Burone Risso, un fanático de Tigre”.

cancha vistaOtra de la cuestiones que impulsa hace tres años la Comisión Directiva es la escuela de fútbol para los más chicos. Hoy cuenta con 500 chicos de 4 a 12 años que practican dos veces por semana en las canchas de cesped sintético que rodean el estadio.

En esta última etapa se sumó una novedad que involucra al mundo femenino. Tigre nuevamente volvió a lanzar la escuelita para chicas, aprovechando el interés cada vez más fuerte que las mujeres le están dando a este tipo de deporte. En este primer año la idea es que la actividad funcione como escuela de fútbol siendo su objetivo principal la captación de niñas y adolescentes entre los 5 y 17 años, para que se inicien en la práctica de este deporte. Las jugadoras serán divididas de acuerdo a su edad en 3 categorías infantil, cadetes y juvenil; y practicarán 2 veces por semana en las canchas de pasto sintético del complejo deportivo. Desde la Comisión Directiva afirman que “poder mantenerlo implica todo un desafío pero que era hora que un club como Tigre desarrolle su fútbol femenino”.

Otras de la ofertas deportivas tienen que ver con el alquiler de canchas, gimnasio y la escuela de boxeo, donde se contemplan considerables descuentos para socios.

Pero uno de los puntos donde el club pone fichas es al trabajo de las divisiones inferiores, nutriendo su cantera año a año. “Cuando asumimos la CD Tigre tenía las divisiones inferiores concesionadas, la manejaban privados, era una explotación a parte de lo que era el funcionamiento del club. Nosotros la recuperamos y la pusimos en funcionamiento”.

predio inferiores

Ahora cuentan con un predio con dos canchas en perfectas condiciones y se están terminando los vestuarios con buffet. La pensión de los chicos se encuentra en Rincón de Milberg, hoy tienen 17 chicos viviendo, pero generalmente rosan los 30 de manera permanente durante todo el año. Allí mismo se encuentra el predio “Luis Nito San Andrés”, donde se disputan los partidos oficiales de inferiores. Mientras que el lugar de entrenamiento se ubica en Benavidez.

Según indicó el presidente Rodrigo Molinos, actualmente se encuentran en un proceso de escrituración por otro terreno en la misma localidad. “La idea es para en un futuro poder utilizarlo como entrenamiento de inferiores y el plantel profesional. Ahora estamos alquilando en un lugar espectacular en Benavidez, se está haciendo un buen trabajo en inferiores que lo nutren al club. Muchos chicos que hoy están en primera han surgido del trabajo en inferiores. Antes era muy difícil lograr eso”, resaltó.

Es el caso de Joaquín Arzura, nacido en inferiores, de una buena campaña en la Primera de Tigre, hoy juega en River Plate. De forma similar sucede con jugadores como Erik Godoy, Kevin Itabel, Lucas Menossi, Sebastián Balmaceda.

El presidente indicó que de a poco van tratando de ampliar las actividades, pero que “la realidad de un club de barrio que creció a Primera se enfrentan con muchos obstáculos, sobretodo económicos”.

Una de las principales dificultades es cuando “tenés que sostener un plantel profesional para competir con equipos que son verdaderas potencias deportivas y económicas,  y se hace muy difícil. Con los ingresos de televisión logras medianamente sostener el plantel de Primera División. Para todos los otros gastos tenés que ingeniarte en la administración de recursos”.

En tanto que reconoció que en los últimos años se ha logrado mantener un equilibrio, “ya venimos con balances de varios años donde tenemos un superávit operativo positivo, pero cuesta mucho mantener ese equilibrio. Si como club no tenés un equilibrio financiero a la larga te desbarrancas y eso repercute en lo deportivo y en lo institucional y ahí es cuando empiezan los problemas”. Y agregó: “Hemos crecido mucho en masa societaria, pero necesitamos mucho más. La idea es relanzar un poco más adelante una nueva campaña de afiliación”.

En 2005 el número de socios llegaba a 700, hoy el club cuenta con 9 mil. Entre los motivos, Molinos destaca que “Muchas veces tiene que ver con el vaivén deportivo del club. Nuestro objetivo es tratar de superar la barrera de los 10 mil socios y consolidarlo, eso es el gran desafío”.

Sobre las características del hincha de Tigre que lo distingue del resto, Molinos opinó: “Obviamente que ha influido mucho el tema de los éxitos deportivos y de poder estar en Primera, eso es un rasgo distintivo que impulsó a que mucha gente se hiciera hincha. Pero históricamente Tigre ha tenido mucha hinchada, ha sido un club con un potencial de crecimiento importante para toda la zona norte. Si uno observa la zona sur te vas a encontrar que en cada estación hay un club de fútbol, mientras que acá tenés a Platense al borde con la Capital Federal”.

Acerca de la especificidad deportiva que presenta la zona norte, el presidente de Tigre recuerda que “la región tiene una característica muy especial, con muchos clubes de rugby y náuticos, pero no se puede negar la variable histórica. A principio de siglo en la zona norte empezó a proliferar más el rugby y en la zona sur el fútbol. Tigre fue un poco el faro del fútbol en esta zona, eso te permite una expansión grande y muchísimo más potencial para dar”.

Si bien reconoce los malos momentos, rescata una característica innata del club de salir siempre a flote: ”Hemos tenido etapas muy malas, incluso el club llegó a decretar una quiebra y se perdió la sede en Tigre en 1989, ubicada en Libertador y Lavalle. Pero Tigre está hecho para sufrir y pone garra en los momentos más difíciles. Esa es su verdadera esencia”.