Una organización criminal que enviaba cocaína oculta en encomiendas hacia Australia resultó desbaratada por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), luego de 16 allanamientos efectuados en la ciudad de Buenos Aires y en distintos distritos del conurbano bonaerense, entre ellos José C. Paz.
Durante los procedimientos, se llevó a cabo la detención de cuatro individuos, tres de nacionalidad china y uno argentina, y el secuestro de cocaína, anfetamina, ketamina, metanfetamina, armas de fuego, dinero en efectivo, vehículos, celulares e instrumentos de fraccionamiento entre otros elementos.
Según informaron fuentes policiales, la causa comenzó en julio, cuando los oficiales de la PSA que efectuaban los controles preventivos habituales en la Terminal de Cargas Argentina de Ezeiza detectaron un paquete con destino final a la ciudad australiana de Melbourne, que tenía 1.162 gramos de cocaína ocultos en una bomba centrífuga sumergible.
En ese marco, por orden judicial, se articularon mecanismos para concretar su entrega vigilada, sustituyendo esa droga por material inocuo, previa coordinación con personal de la División Investigaciones del Narcotráfico de la Dirección General de Aduanas (DGA) de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP); la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) del Ministerio Público Fiscal; la Policía Federal de Australia y una empresa de correo privado, para que la encomienda siguiera su curso normal.
De acuerdo a lo indicado, mediante diversas tareas investigativas, se pudo identificar a los integrantes de la organización delictiva y sus domicilios en la Argentina, como así también visualizar el despacho de dos envíos a domicilios australianos en sucursales de un correo privado. Autorizados judicialmente, los efectivos requisaron ambas cajas: en una hallaron 358 gramos de cocaína dentro de un radiador automotor, y en otra 343 gramos de esa sustancia distribuidos en el interior de dos termos.
Seguidamente, el pasado viernes, se desarrollaron los allanamientos en donde se llevó adelante la aprehensión de los sujetos, y el secuestro de 97 pastillas de anfetamina, nueve gramos de clorhidrato de cocaína; 4,2 gramos de ketamina; 69,5 gramos de metanfetamina; cuatro armas y 119 municiones de diversos calibres; 268.514 dólares; 23.034.500 pesos y 723 yuanes; tres balanzas de precisión; elementos de corte y fraccionamiento; cuatro máquinas contadoras de billetes; cuatro autos (algunos de alta gama); 26 celulares y 24 chips telefónicos; cinco notebooks; cinco tabletas; un CPU y seis posnets.
Glinski, el director nacional de la PSA, explicó que “la ruta de cocaína hacia Australia se puede comprender, primero, por una razón económica. El valor del kilo de esta sustancia en la Argentina promedia los 7.000 dólares, en España ronda los 40.000 y en Australia puede ascender hasta los 250.000 dólares, es decir que puede cuatriplicar y hasta sextuplicar ese monto. El nivel de consumidores en Australia es menor que, por ejemplo, en el mercado europeo, sin embargo el valor económico que adquiere la mercancía una vez introducida allí, es sensiblemente superior. La diferencia porcentual de cocaína desde Argentina a Australia es alrededor del 3.470%, lo cual demuestra la rentabilidad de este negocio. Ningún bien de consumo adquiere este nivel de valorización económica”.
“El modo de intervención del Estado a través de la PSA sobre estos delitos, tiene que concretarse sobre la base de la cooperación internacional, en este caso entre Argentina y Australia. No solo a los fines de neutralizar los envíos de drogas sino para conocer en profundidad cómo se articula este tráfico, en rigor, cómo se concreta la oferta y demanda y si obedece a mercados virtuales o físicos. La detección es un primer paso, la punta del iceberg; después hay que afectar qué o cómo se genera esa circulación ilícita y para eso son necesarios los acuerdos operativos y el intercambio de información criminal entre los países”, afirmó.