El conflicto de Bangho, radicada en Vicente López, comenzó a principios de este año, cuando desde la empresa informaron a los trabajadores que habria alrededor de 200 empleados despedidos por el cierre de la planta, debido a las medidas macroeconómicas de apertura de importaciones en el país.
Luego de que se diera a conocer esta situación, se dictó la conciliación obligatoria en el conflicto, y en ese momento, el secretario de Comercio Miguel Braun, sostuvo que la compañía ensambladora de computadoras tenía "la capacidad industrial para dedicarse a otra actividad”.
Tras este hecho, la empresa acordó en una audiencia en el Ministerio de Trabajo que los empleados tendrían calidad de suspendidos durante 60 días y percibirían el 70% de su salario.
Sin embargo, desde el secretariado nacional metalúrgico informaron en las últimas horas que Banghó es caso cerrado: la firma ya se considera una importadora y los 183 trabajadores en asamblea votaron por cerrar su salida.
Cobrarán en lapso de 30 días, en dos tramos, sus correspondientes indemnizaciones y la empresa dedicada al armado de computadoras se "reconvierte" en una importadora y prestadora de service de computación.