"Si sos hincha, hacete socio. Chaca, te necesita". Esa es una frase que este humilde redactor jamás borrará de su memoria. El encargado de reproducirla partido tras partido era Guillermo Folgan, la voz del estadio del Funebrero que en la noche de este jueves falleció, dejando un profundo sentimiento de vacío en el club de San Martín. Porque fue (y será) un pedazo importante de la rica historia de la institución.
Guillermo amaba a Chacarita como pocos. Siempre que me lo cruzaba, hablábamos de cómo veía al equipo y manifestaba sus deseos de una remontada futbolística, porque como todos, con el Tricolor vivió más momentos malos que buenos. Fue un tipo muy respetuoso y se ganó el respeto de todos, algo que en un club tan agrietado como éste, vale un montón.
La última vez que lo vi fue a comienzos de diciembre del año pasado, en el aniversario 31° del programa partidario Pasión Funebrera. Sobre el cierre de una velada que tuvo música y mucho color, Guillermo fue el encargado de cantar los números que iban saliendo en un sorteo que ofrecía premios ciento por ciento chacaritenses. Lo fantástico es que lo hacía con las mismas ganas y la misma pasión que cuando le tocaba ser la voz del estadio.
En San Martín, en Argentinos Juniors, en Almagro, en Huracán y en todas las canchas que debió alquilar el Funebrero cuando tenía su cancha en etapa de construcción, Folgan era quien entonaba todas las publicidades y quien cantaba las variantes, tanto de Chaca como del equipo contrario.
También dejó anécdotas. Recuerdo un partido de Chacarita por la B Metropolitana 2012/2013, torneo que en un momento Chaca peleaba mano a mano el primer puesto con Atlanta. El Tricolor jugaba con San Telmo y el Bohemio con Villa San Carlos, ambos a la misma hora. En San Martín hicimos lo nuestro, ganamos 3-0, pero todos nos preguntábamos cómo había salido nuestro eterno rival. Guillermo lo solucionó. "Acaba de terminar el partido. Villa San Carlos uno, el club de Villa Crespo cero". No los nombró y el estadio estalló de risa.
Por esa misma temporada, cuando el club atravesaba un contexto institucional y económico deplorable y los pedidos de quiebra llovían mes a mes, dijo: "Chacarita se dobla, pero nunca se quiebra". Y cuánta razón tuvo. Porque en todos estos años a Chaca le pasó de todo, pero siempre sacó la cabeza del pozo y siguió adelante.
Ahora, en un ratito, cuando Chacarita juegue como local ante Atlético Rafaela, se va a sentir demasiado su desaparición física. Pero su recuerdo, su voz y su amor por la institución, seguirá impregnado en lo más profundo de los hinchas, esos que cada quince días lo escuchábamos, sufríamos y festejábamos junto a él. Hasta siempre, querido Guillermo.
¿QUERÉS RECIBIR LAS NOTICIAS DEL FUNEBRERO POR WHATSAPP? - Acá dice cómo (no es grupo)