El Club Social, Cultural y Deportivo 8 de Octubre llevó a cabo, este sábado 19 de marzo, la jornada “Mauricio Villalba vuelve al Barrio”, que consto de la colocación de una placa conmemorativa y del bautismo del estadio con el nombre de Mauricio Villalba, un vecino del barrio, trabajador del astillero Astarsa, que fue detenido y desaparecido a sus 45 años, en la calle 27 y Estrada, a solo dos cuadras del club, el día 25 de mayo de 1976, en el contexto de la dictadura militar.
En el marco del mes de la Memoria, esta jornada fue organizada por la Comisión del Club junto a la Comisión de la Memoria, la Verdad y la Justicia de Zona Norte. Con la participación de sus hijos Graciela, referente de la comisión y Eva y Alejandro Villalba, vecinos del barrio. Junto con los nietos y sobrinos de Mauricio, que autorizaron para que se bautizara al estadio donde juegan y entrenan los chicos del club.
La motivación de reivindicar a Don Mauricio, El gordo, padre de 6 hijos, trabajador y delegado en Astilleros Astarsa, se basa en la necesidad de mantener fresca la memoria del barrio. Mauricio participó en el gremio naval, trabajó en Sánchez y en otros astilleros más. En el fondo de Virreyes, estaba comprometido con las problemáticas del barrio. Siendo también un gran futbolista y precursor de la formación de equipos de la zona. “Es un ejemplo a seguir, por ser una gran persona y solidario, por su militancia y por ser un excelente padre”, manifestaron autoridades de la institución.
Todo esto se vio reflejado este sábado durante la actividad, en la que se realizó la colocación de siluetas con los nombres de los desparecidos de zona norte en el alambrado del club. Con los testimonios de Rufi Gastón, compañera de militancia de Mauricio, se dejó percibir su compromiso político y militante. Adriana Taboada, en nombre de la comisión por la Memoria, expresó: “Gracias por mostrarnos lo que hacen y por darnos la alegría de constatar que las luchas de Mauricio, y de esta comisión, siguen de otra forma pero igual.”
El presidente del club, Horacio Rodríguez, agradeció el acompañamiento de la familia y organismos de DDHH que hicieron posible la actividad y el poder utilizar el nombre de Mauricio. Destacó, además, "la importancia de la Memoria, la Verdad y la Justicia como pilar de las generaciones que apuestan a la democracia y a la Justicia Social como bandera, y dejando en claro que nunca más vuelva a suceder un genocidio como el llevado a cabo por la última dictadura militar".
"Todos somos hijos de Mauricio. Vuelve al barrio, aunque nunca se fue, ahora vino para quedarse para siempre. Está presente en cada uno de nosotros", expresó Horacio en una de sus intervenciones.
Luego de haber escuchado los testimonios, se pasó a descubrir la placa conmemorativa que reza: “Este cartel y el estadio fue bendecido por el sacerdote Jorge Marengo párroco de la Iglesia Nuestra Señora de Carupá”, junto al sacerdote del barrio el Padre Agustin Mertens, que siempre acompañó el proyecto del club.
La actividad finalizó con la vigilia que históricamente se lleva a cabo en Plaza Canal, donde se realizó una actividad de conmemoración a los detenidos desaparecidos de la zona norte, con la movilización a donde era el astillero Astarsa, en Tigre.