Bruno Martín tiene 21 años y desde el pasado martes pelea por su vida luego de ser atropellado por un joven de 24 años que hacía "willy" y lo embistió con su moto, en el partido de San Isidro.
El hecho ocurrió el pasado martes 16, a las 19 horas, y tal como se ve en un video de una cámara de seguridad de una casa, Bruno se bajó de su camioneta, caminó un par de pasos, cuando fue atropellado por un motociclista que hacía “Willy”, es decir, andaba a alta velocidad sobre la rueda trasera del vehículo.
El joven salió lanzado varios metros y sufrió graves lesiones en la cabeza y la columna. Actualmente, se encuentra en estado crítico, en coma inducido, internado en el Hospital Central de San Isidro, y su tío Lucio Decarlini explicó a Crónica que tiene "las vertebras, el cuello, la espalda y la cabeza" comprometidos y pidió justicia por el hecho ocurrido el martes pasado 16 de marzo a las 19 horas.
Lucio contó que su sobrino es un "chico tranquilo que vivía laburando todo el día", incluso, al momento que fue embestido por la moto, estaba repartiendo pedidos de Mercado Libre.
De acuerdo a lo que expresó Decarlini, cuando la madre del joven fue a la fiscalía de San Isidro a hacer la denuncia "no le quisieron decir el nombre de quien atropelló a su hijo". Por lo tanto, hasta el momento, de lo único que hay certeza es de que el conductor de la moto sería un joven de 24 años que ya tendría antecedentes por correr picadas. Además se desconoce si continua demorado o si ya fue liberado.
Según dijo el tío del chico atropellado, en diálogo con Crónica, el acusado "es un nene bien, de familia acomodada de zona norte, que ya estuvo detenido porque le gusta hacer jueguitos con la moto", por lo que "buscan tapar" lo ocurrido.
En esa línea, el hombre pidió justicia, y que el motociclista quede detenido. "Que pague por lo que hizo, pero por sobre todo que se cuide al resto de los ciudadanos", subrayó. Asimismo, el familiar de la víctima expresó a este medio, respecto a la salud de su sobrino, que los médicos no les piden otra cosa más que paciencia. "Hay que esperar", cerró..