En vísperas del Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen, que se celebra cada 8 de diciembre, el Municipio de Pilar organizará el sábado 7 un recorrido especial denominado "El Camino de la Virgen". Esta actividad gratuita propone unir dos puntos históricos y espirituales clave en la historia de la devoción mariana en Argentina: el lugar del Milagro en Villa Rosa y la Basílica de Luján.
El periplo comenzará a las 9 de la mañana desde la Iglesia Nuestra Señora del Pilar, ubicada en Lorenzo López 624. Los asistentes viajarán en un Bus Turístico que los llevará al lugar donde en 1630 ocurrió el llamado "milagro de la Virgen de Luján", cuando la imagen de María quedó inmovilizada en tierras de lo que hoy es Villa Rosa, en el partido de Pilar. Desde allí, el recorrido continuará hasta la Basílica de Luján, templo construido en honor a la Virgen y que hoy es el mayor centro de devoción mariana del país, recibiendo a millones de peregrinos cada año.
El trayecto tendrá una duración aproximada de cinco horas y permitirá a los participantes adentrarse en la historia del milagro, reviviendo la fe que nació en estas tierras. Se recomienda llevar vianda, repelente, protector solar y calzado cómodo. Los cupos son limitados, por lo que es necesario reservar lugar con anticipación al 1152386864.
Un culto que nació en Pilar
La devoción a la Virgen de Luján comenzó en 1630, cuando una carreta que transportaba dos imágenes de la Virgen María desde Brasil se detuvo en la estancia de Villa Rosa, propiedad de Francisca Trigueros y su esposo Bernabé González Filiano. Según la tradición, los bueyes que tiraban de la carreta no lograron avanzar al día siguiente, pese a los intentos por moverlos. Solo retomaron la marcha cuando la imagen de la Virgen fue retirada del vehículo, un evento que los fieles interpretaron como un milagro.
La pequeña figura de terracota, vestida de azul y blanco, fue colocada en una rústica capilla de barro donde comenzó a ser venerada. Entre los cuidadores de la imagen se encontraba Manuel, un esclavo de origen africano, a quien se le atribuyen milagros y que dedicó su vida al servicio de la Virgen.
Con el paso del tiempo, la imagen fue trasladada al lugar donde se construiría la Basílica de Luján, gracias a la devoción y visión de Ana de Matos, una fiel creyente que adquirió la imagen en 1671. Aunque la Virgen regresó en varias ocasiones de manera inexplicable a Villa Rosa, finalmente fue instalada en su nueva ubicación, acompañada por Manuel, quien continuó siendo su cuidador hasta su muerte.
La Basílica de Luján, inaugurada en 1910, se erige como símbolo de esta fe nacida en Pilar y extendida por todo el país. En tanto, en Villa Rosa, el espacio conocido como "El Lugar del Milagro" conserva una reconstrucción de la capilla original y sigue siendo un punto de encuentro para quienes desean recordar el lugar donde comenzó esta historia de devoción.