Por estas horas, sólo es indignación y conmoción lo que siente la comunidad educativa de la escuela "René Favaloro" de la localidad de Grand Bourg, en Malvinas Argentinas. Es que el día viernes, por audio de WhatsApp, les avisaron tanto a padres como a docentes que la institución cerró sus puertas y que no comenzará el periodo lectivo 2022.
Esto, pone en jaque la continuidad pedagógica de cientos de alumnos de jardín de infantes y de primaria que estudiaban allí, ya que por el cierre de la escuela ubicada en Baigorria al 1000, no tendrán vacante asegurada en otras instituciones educativas de la zona, teniendo en cuanta la cercanía con el comienzo de clases. Entre los alumnos, hay chicos con discapacidad que, además, requieren realizar trámites especiales para poder contar con el acompañamiento adecuado en otros colegios, algo que ya tenían asegurado en el Favaloro.
"El viernes nos mandaron un mensaje de WhatsApp que teníamos reunión el lunes a las 10. Nos presentamos y en un clima muy tenso, había un rumor que cerraban. Un hombre salió de la institución y nos dijo que nos iban a devolver al matricula. Las maestras estaban llorando adentro. Y nos dijeron finalmente que la escuela cerró. Como estábamos filmando, esta persona se fue y no dio más explicación, de manera muy prepotente", manifestó a QUE PASA Marcela Gordillo, una de las madres damnificadas por la decisión de la Cooperativa. La persona que salió a hablar con el personal docente y los padres, según indicaron, se trataría de Carlos Sarquis, tesorero de la Cooperativa Telefónica de Grand Bourg que está a cargo del colegio.
El anuncio se dio sin previo aviso y, por ende, también sin la correspondiente reubicación de los alumnos en otras instituciones y sin el aviso a los docentes de que perdería su fuente de trabajo. Además, los padres ya habían abonado la matrícula de este año y, pese a que desde la institución manifestaron que se devolverá ese dinero, aún hay incertidumbre sobre esa situación.
El dolor de los docentes se vio reflejado en el encuentro que se mantuvo el lunes en la puerta de la escuela. Una de ellas, ante el destrato de Sarquis, comenzó a gritar que no había recibido ninguna carta de documento y que "hace 17 años que trabajaba en la institución" como para ser "echada por un audio de WhatsApp".
"Hay docentes de hace 20 años y si el colegio presenta la quiebra, no podrán ni siquiera recibir la indemnización. Además, nos contaron que no fueron notificados tampoco de la situación", contó Gordillo a este medio y afirmó que este martes tampoco dejaron entrar a las maestras a la institución y que incluso hubo presencia policial en la puerta.
"La representante legal dijo que el colegio tenía pérdidas. Y eso nos lo podían haber dicho en diciembre, porque no creo que tenga pérdidas desde hace un mes. Nuestra sensación es de un muy mal manejo con los chicos y con los docentes. Sentimos que se manejaron con mucha impunidad, sin decirnos las cosas en el tiempo que tenían que decirlas y dejándonos sin ninguna posibilidad de reacción", manifestó la madre.
Marcela tiene un hijo con discapacidad. Más precisamente, con un retraso en el lenguaje que estaba haciendo la correspondiente integración en el colegio. Como su caso, hay otros en la institución, que reciben acompañamiento terapéutico. Para ellos, la situación es aún más compleja, porque requieren hacer muchos trámites extra para inscribirlos en otra institución, que además debe trabajar con sistemas de acompañamiento. Contrarreloj, los padres y los docentes deben salir a buscar otros espacios donde poder desarrollar su aprendizaje y su trabajo.