Una joven vecina de San Martín recicla la ropa para cuidar el medio ambiente y es furor en las redes

Mar Mágica da consejos sobre cómo reutilizar las prendas y pretende que no todo termine en el CEAMSE.

Mar Mágica tiene 29 años, vive en San Martín y su pasión se centra en el reciclaje y la moda sostenible. Autodefinida en su Instagram como una “productora de indumentaria ecológica y sexy”, se convirtió en una referente de la moda circular, inspirando a sus seguidores a transformar y reutilizar prendas para reducir el impacto ambiental.

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Comenzó su viaje hacia la sostenibilidad influenciada por su madre, quien siempre encontraba la manera de transformar lo viejo en algo útil. “Ella siempre se las arreglaba para transformar lo que estaba roto o muy gastado. Por ejemplo, cuando tenía 4 años y estaba por empezar el jardín de infantes, me hizo una mochilita con tela de corderoy de un pantalón que ya no se usaba. Y ahora estoy pensando en replicarlas en mi emprendimiento”, recuerda Mar en diálogo con Infobae.

Su creatividad y dedicación la llevaron no solo a reciclar ropa, sino también a educar a otros sobre cómo hacerlo. Desde su cuenta de Instagram, que ya tiene más de 12 mil seguidores, Mar comparte tutoriales y videos mostrando el paso a paso de sus transformaciones, fomentando una comunidad comprometida con la "moda sostenible".

Mar no ve la moda solo como una forma de vestir, sino como una oportunidad para hacer magia: “Siempre digo que lo que hago es magia. Tomo cualquier prenda y con creatividad y esfuerzo la convierto en algo nuevo. Mi objetivo es que la menor cantidad de elementos que puedan volver a la vida terminen en el relleno sanitario en el CEAMSE, acá a pocas cuadras de mi casa”.

Sus proyectos incluyen desde la transformación de un jean chupín en uno de estilo oxford, hasta la renovación de mochilas y botas. Con cada creación, Mar demuestra que es posible mantenerse a la moda sin contribuir al problema del fast fashion, una industria que, como ella señala, genera 20 millones de toneladas de residuos anualmente, con un 80% de esas prendas hechas de poliéster, un material altamente contaminante.

La joven lleva grabada en su memoria la imagen del desierto de Atacama en Chile, conocido por ser uno de los vertederos de ropa desechada más grandes del mundo. Este desolador paisaje es el resultado del fast fashion, una tendencia de producción y consumo masivo donde las prendas son rápidamente descartadas para la llegada de nuevas modas.

Conscientemente, Mar lucha contra esta realidad: “Un sweater grande puede ser cortado para que quede a la moda boxy style (ropa con un corte cuadrado). Y con la lana sobrante se pueden hacer unos guantes que hagan juego”.

Actualmente, la sanmartinense vende sus creaciones a través de Instagram (VER PERFIL), pero sueña con llegar a las ferias americanas de Palermo, donde podría expandir su influencia y seguir promoviendo su mensaje de sostenibilidad. Su emprendimiento, que comenzó como una iniciativa personal, está creciendo junto con su comunidad de seguidores comprometidos con un cambio positivo.