Luego de trece partidos oficiales de ausencia, volvió a jugar Javier García. Si bien el retorno no fue el esperado debido a la derrota, Javi fue uno de los puntos altos del equipo.
Por: Darío Guadalupe
El arco lo necesitaba. Lo pedía a gritos. Y no porque Sebastián D’Angelo lo hubiera reemplazado mal, todo lo contrario, sino porque la presencia de un referente como él (sí, ya es un referente) en el equipo vuelve a brindar seguridad. Fueron trece partidos (diez por el torneo local) que se perdió el arquero titular luego de la desafortunada acción en el partido frente a Vélez en Liniers del 13 de julio.
Pero la espera terminó y el ex arquero de Boca se volvió a poner los pantalones largos y los guantes. No defraudó. Controló muy bien las pelotas que le llegaron y no tuvo nada que hacer en los goles. En el primero, tapa muy bien un tiro a quemarropa de Rinaldi, pero no puede hacer nada en el rebote. Luego, en el gol de Lenis, el desvío en Godoy lo deja a contrapierna y sin opciones. Hay que remarcar un atajada fenomenal en el segundo tiempo tras un cabezazo de Rinaldi que el 1 alcanza a desviar para que la pelota pegue en el travesaño, lo que indica que el arquero está en plenas condiciones físicas y será fija para lo que resta del campeonato