Infierno, explotación y rescate: en estas tres palabras se explica la odisea que atravesaron tres chicas en una casa de San Miguel que funcionaba como un prostíbulo. La Policía Federal allanó y detuvo a una pareja acusada de regentear el lugar: uno de los arrestados es sargento de la policía bonaerense.
El efectivo detenido tiene 35 años y está destinado al cuerpo de la Policía Montada en La Matanza, de acuerdo a lo que le confirmaron a Infobae fuentes del expediente. Formaba parte de la nómina de la fuerza desde el 2015 y el año pasado había cobrado sueldos de la Contaduría General del Ejército.
Acompañado por su pareja que se hacía llamar Brenda, el sujeto se encargaba de regentear el lugar obligando a las chicas a mantener relaciones sexuales con clientes que iban y abonaban por un servicio, que poseía un valor de entre 3 mil y 5 mil pesos. El prostíbulo funcionaba en Conesa y Serrano.
Pero un llamado anónimo a la línea 145 del Programa Nacional de Rescate y acompañamiento de Personas Damnificadas por el Delito de Trata de Personas, resultó ser el principio del fin del sufrimiento de las jóvenes, todas argentinas y mayores de edad.
Tras la investigación realizada por parte de la jueza Alicia Vence y la posterior orden de allanamiento impuesta por parte de la misma, efectivos federales se acercaron hasta el lugar, donde rescataron a las tres chicas y detuvieron a la tal Brenda.
A su pareja, el sargento de la Bonaerense, en cambio, lo atraparon en su casa, también en San Miguel, donde trascendió que dormía bajo un póster de un billete de 100 dólares. ¿Cómo fue que dieron con su paradero? A través de su Jeep Renegade, color roja: la misma con la que se supone que transportaba a las chicas que explotaba.