La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, anunció ayer por la tarde un "plan integral de seguridad" consistente en una inversión de más de 1620 millones de pesos en chalecos antibalas, vehículos e infraestructura. Vidal la calificó como "una prioridad" y "una señal concreta" para los efectivos policiales y los vecinos de la Provincia.
"La seguridad es una prioridad para el gobierno de la Provincia", sostuvo Vidal, afirmando que su programa "marca un antes y un después en la política" bonaerense contra el delito.
Durante un acto realizado en el Comando de Prevención Comunitaria de la policía provincial en El Palomar, partido de Tres de Febrero, la gobernadora aseguró que "todos los policías van a tener sus chalecos" antibala, lo que representa "una señal, concreta en los hechos, de que nos importa" la integridad de los agentes. "Ser policía es una vocación, no un trabajo común y corriente, como ser médicos o enfermeros. Los policías son personas como nosotros, de carne y hueso, que enfrentan el riesgo todos los días. Con estos nuevos chalecos los estamos cuidando", sostuvo Vidal, quien estuvo acompañada por el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo.
"La confianza es algo que se construye, no es algo que se da de un día para el otro", prosiguió, y garantizó que, desde el ejecutivo provincial, "vamos a trabajar en equipo con la policía".
Por su parte, Ritondo indicó que "estamos más que duplicando la inversión en lo que significa infraestructura y tecnología. Son más de mil seiscientos viente millones de pesos para cuidar a los que nos cuidan".
Principales frases del discurso:
- "Incluye la entrega de un chaleco para cada policía antes de fin de año, la implementación de tecnología y la incorporación de equipamiento para la Policía de la Provincia".
- "Con este objetivo, este año vamos a entregar 45 mil chalecos antibalas con chip para lograr que cada policía tenga su propio chaleco. Estos se suman a los 25 mil que ya estamos entregando, y de esta manera estamos llegando a cubrir el 100% de los policías que tienen asignadas tareas de calle, terminando de una vez, con el denominado 'chaleco caliente'".