En el marco de una brutal entradera en su casa de Beccar, partido de San Isidro, la familia Petrarca-Di Fabio vive entre el miedo y la incertidumbre. Es que el viernes pasado, cinco delincuentes armados ingresaron a su vivienda y provocaron momentos de horror y violencia. Maximiliano (26), uno de los hijos de la familia, compartió detalles de la noche.
El asalto fue planeado, con los delincuentes monitoreando la vivienda desde horas antes, según revelaron imágenes de las cámaras de seguridad del barrio. A las 20:43, con una barreta en mano, los ladrones volvieron a la casa en Juan B. Justo al 400, dando inicio a sus objetivos.
"Fue mi papá el que los vio primero, estaba en la cocina y escuchó el barretazo. Bajó por la escalera y se encontró con tres. Intentó irse, salir a pedir ayuda, pero le pegaron", relató Maximiliano a Clarín.
El padre de la familia, Fernando Petrarca (56), quien recientemente había sobrevivido a un episodio médico grave, fue nuevamente atacado en un forcejeo desesperado por salvarse. "Me acostaron en el piso y me empezaron a pegar y a morder. Tengo la operación, empecé a sangrar porque me hicieron saltar los puntos", detalló Fernando, quien trabaja como técnico de reparación de computadoras en su domicilio.
Los ladrones exigían dinero y pertenencias. "¡Dónde está la plata, dónde está la plata!", gritaban mientras agredían a la familia y saqueaban el hogar. Según la denuncia, los sujetos se llevaron 2.500 dólares, celulares y cuatro computadoras.
El terror continuó cuando los asaltantes decidieron atar a las víctimas con precintos y el cable de un mouse, antes de escapar a pie en diferentes direcciones. A pesar de que un vecino escuchó los gritos, optó por huir sin buscar ayuda ni notificar a la Policía, dejando a la familia a merced de sus agresores.
Las autoridades, a cargo de la DDI de San Isidro y la fiscalía especializada en entraderas, aún no lograron detener ni identificar a los responsables. Sin embargo, la investigación se centra en la posible complicidad de terceros, dada la planificación y violencia del asalto.
Este no es el primer incidente traumático que enfrenta la familia Petrarca-Di Fabio. En meses anteriores, fueron víctimas de intentos de extorsión, incluyendo un presunto secuestro virtual y un perturbador hallazgo de rituales en la puerta de su hogar.