La empresa multinacional Whirlpool, ubicada en Pilar, redujo un turno de la producción y despidió a 60 empleados en las últimas horas. La decisión de la empresa, que cuenta en total con 400 operarios, se dio en el marco de una fuerte caída en el consumo y una reestructuración a nivel global.
El director de Whirlpool Latam, Juan Carlos Puente, explicó que la medida era parte de un “proceso de descentralización de las operaciones y nos focalizamos en oportunidades de alto crecimiento y rentabilidad, por lo que el modelo de negocio podría cambiar. Esto llevó a la salida de mil colaboradores en el mundo con una reorganización de puestos de liderazgo y una segunda ola hacia abajo”.
En la fábrica ubicada en la localidad de Fátima, que había sido inaugurada hace apenas dos años, repercutió esta medida y generó la reducción de dos turnos a uno en la planta. Según informó Clarín, hubo un recorte de 10 puestos gerenciales, un 80 por ciento del management y finalmente una “reorganización” en la fábrica.
Por otro lado, los operarios del turno tarde, en su gran mayoría, comenzaron a realizar tareas del turno mañana y se redujo la segunda línea, que ahora está enfocada en actividades de soporte productivo e inyección plástica.
Según Diego Espeche, secretario de organización de la UOM y titular de la seccional San Miguel, la idea inicial era despedir a más del 50 por ciento de la planta, por lo que se acordó no renovar 60 contratos eventuales y suspensiones de los efectivos.
Este recorte laboral, se suma a los antecedentes en Mabe, ex Drean y marca de electrodomésticos, que despidió a 200 trabajadores en su planta de Luque, Córdoba; y a los 50 despidos en WEG, una fábrica de motores eléctricos proveedora, también en Córdoba.