A unos 20 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, en el oeste de los partidos de San Isidro y Vicente López, el barrio de Villa Adelina celebra los 29 de marzo su aniversario. Cuentan, y así consta en la ordenanza que estableció el día, que el 29 de marzo de 1909 fue el día en que paró el primer tren en la localidad.
Pero esta fecha, al igual que el nombre de la localidad, genera controversia en los historiadores locales y son una buena excusa para repasar la historia de la localidad.
Historia de Villa Adelina
El 24 de octubre de 1580, meses después de realizar la segunda fundación de Buenos Aires, Juan de Garay entregó a Juan Ruiz de Ocaña una gran estancia. La misma se extendía sobre el margen del Río de las Conchas (actual Río de la Reconquista). La estancia abarcaba gran parte de los actuales partidos de San Fernando, San Martín y San Isidro, incluyendo las tierras donde mucho después surgiría Villa Adelina.
Hasta el siglo XIX, las propiedades que pertenecían a Ruiz de Ocaña pasaron a manos de sucesivos descendientes, entre ellos una tataranieta que se casó con Juan Márquez, por lo que sus tierras pasaron a constituir la Chacra de los Márquez, lugar donde acamparon las tropas de Santiago de Liniers durante la Reconquista de Buenos Aires, en 1806.
Entre 1826 y 1830, aparecieron nuevos nombres como propietarios de las tierras del actual barrio, como Matías López, Agustina Aramburu y los doctores Eliseo y Zoilo Cantón. Estos últimos fueron dueños de una gran extensión que, desde Boulogne llegaba hasta las actuales Av. de Mayo y Lamadrid.
Estos propietarios fraccionaron las tierras las vendieron a las familias que se consideran pioneras de Villa Adelina: vascos y portugueses, primero, y hacia fines de siglo, italianos (provenientes del norte de Italia) y españoles. Algunos apellidos de las primeras familias eran Marchezzotti, Regagliatti, Matteri, Salvucci, Carmona, Carpirelli, Mastragostino, Mezzabarba, Lommi, Pozzi, Ottonelli, Maggliolimi, Beltrami, Pizzurno, Bebilacqua, Abriatta, Nervi, Tirigall, Pitta, Giribone, Ponce de León. Se dedicaban al cultivo de frutas, verduras hortalizas, parras, duraznos, ciruelas, manzanos y algunos cereales. También instalaron fábricas de ladrillos y tahonas harineras. Muchos descendientes de estas familias aún viven en Villa Adelina.
A principios del siglo XX, la empresa Ferrocarril Central Córdoba (General Belgrano luego de la nacionalización) inició el tendido de sus vías. Como consecuencia de la llegada del ferrocarril, aquella villa de unos pocos pobladores comienza a crecer. Siendo uno de los primeros pasos el fraccionamiento de las tierras más cercanas a la estación.
Según se afirma oficialmente, el 29 de marzo de 1909 fue el día en que paró el primer tren a vapor en la localidad y por esto se celebra el Día de Villa Adelina. Por entonces, las vías del tren que venían de Rosario llegaban hasta Villa Adelina y luego se hacía un trasbordo hasta Villa Ballester, para continuar en tren hasta Retiro. Recién dos años mas tarde, las vías de la actual línea Belgrano llegarían a Retiro.
Pero Miguel Ángel Lafuente, Secretario de la Junta de Estudios Históricos de Villa Adelina y Boulogne discute la fecha de arribo del primer tren basado en el libro del historiador ferroviario Alberto Bernades, quien afirma que Ferrocarril Central Córdoba comenzó a hacer correr los trenes de carga recién el 11 de mayo de 1909, mientras que los de pasajeros, en rigor coches de pasajeros agregados a los cargueros, lo hicieron desde el 1º de agosto de 1909, y sólo hasta Villa Adelina, esto es, la última estación (viniendo de Rosario). Estas son, según Bernardes las fechas en que Villa Adelina, Don Torcuato, Los Polvorines, Del Viso y Villa Rosa, únicas existentes en ese entonces en la región, inauguraron los respectivos servicios.
El 10 de noviembre de 1911, el partido de Vicente López concedió a la Sociedad Argentina de Tierras del Norte el permiso para lotear los terrenos de Silvio Ponce de León, bautizando a dicho loteo como Villa Adelina.
De esta forma comienzan a establecerse nuevas familias, que en muchos casos provienen de la Capital Federal, dando fisonomía a un nuevo pueblo. Surgen las primeras instituciones sociales, los primeros comercios, centros asistenciales, las primeras líneas de colectivos (la 24 fue la primera), comienzan a asfaltarse las primeras calles, aumentan los establecimientos educativos, y el establecimiento de nuevas industrias.
En la zona de Villa Adelina se instalaron durante las décadas de 1940 a 1950 grandes fábricas e industrias, como Lozadur, Cataneo, Costaguta, Produtex, Parmalat, Orbis, etc. La mayoría de estas empresas dejaron de funcionar durante la década del 90.
La controversia del nombre de Villa Adelina
La versión más difundida del nombre de Villa Adelina señala que el representante legal del ferrocarril Central Córdoba, Duncan Mackay Munro (quien da nombre a la localidad vecina) puso el nombre evocando a su nieta preferida, Adelina M. Drysdale.
Sin embargo, según estudios del historiador Ramón Miranda, existen documentos oficiales que muestran que a mitad del siglo XVIII la región ya era conocida como "La Adelina", en los antiguos planos de catastro en La Plata y en Buenos Aires, en el Archivo General de la Nación. Miranda afirma que hay escrituras por la venta de tierras, hechas por el único escribano de la zona, que vivía en San Fernando, en los cuales ya se nombra la zona como La Adelina.
Fuente: Investigación Lic. Raquel Prestigiacomo / Artículo de Miguel Angel Lafuente publicado en Prensa Libre / fotografias: HCD San Isidro
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